Propuesta de gobierno para eurozona
17 de agosto de 2011Francia envió ya al Consejo Europeo la carta con la propuesta franco-germana para una gobernanza económica de la eurozona. Ella incluye un impuesto a las transacciones financieras, un límite de deuda para los Estados del euro y congelamiento de fondos estructurales de la UE para miembros de la zona euro que no respeten las recomendaciones de la UE sobre reducción de déficit. Básicamente, un resumen de las ideas que circulan desde que la crisis aqueja a la eurozona. ¿La reacción entre especialistas y políticos? Variopinta. ¿La de los mercados? No muy buena.
¿Sin eurobonos no vale?
“Sus ideas son bienvenidas y representan un paso adelante en nuestros esfuerzos comunes por fortalecer la gobernanza de la zona euro”, declaraban poco después, como era de esperarse, José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, y Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Financieros y Monetarios.
“Cuanto más avancemos en la integración de una política económica común también avanzaremos más hacia la idea de los eurobonos", declaró a la prensa José Blanco, en nombre del Gobierno español –el más aquejado actualmente por la volubilidad de los mercados.
"No hubo primicias, las propuestas ya se habían mencionado. En general, el resultado de la reunión no ha sido convincente sin un proyecto de eurobono", dijo Patrice Perois, operador de Kepler Capital Markets en París.
Sólo un teatro de verano
Por el contrario, para Michael Hüther, director del Instituto de Economía Alemana en Colonia (IW), el asunto de los eurobonos es “una obra de teatro de verano que a los mercados les ha gustado poner en escena pues también encuentran a economistas y a políticos dispuestos a actuar en ella”,
En el encuentro de París quedó claro que M.rkel y Sarkozy los rechazan. Su posición tranquilizó sobre todo a los alemanes, pues una emisión conjunta de deuda aumentaría los intereses para Berlín. Con todo, Sarkozy no los excluyó al final del proceso de integración. Holger Bahr, directivo del Deka Bank, concuerda con esta posición:
“Cuando hayamos llegado a los Estados Unidos de Europa, los eurobonos serán el vehículo de inversión, es decir la forma de su financiación. Pero eso no es algo que pueda ocurrir de la noche a la mañana. Modificar los tratados de la Unión Europea, además, es algo que tarda bastante más que dos o tres semanas”.
Por lo pronto, nebuloso
Más de tres semanas habrán pasado, con seguridad, hasta que el gobierno económico deje de ser sólo un deseo. “La voluntad de comunicarse y coordinarse más y de desarrollar una política económica conjunta es totalmente valiosa. Con todo, el anuncio de una gobernanza económica europea sigue siendo nebuloso y poco concreto”, opina Bahr.
Guiños a los mercados
Por otra parte, la idea de limitar, hasta el verano de 2012, la deuda soberana de los países de la zona euro por cláusula constitucional ha cosechado aplausos. “Esto es, básicamente, un signo de que se ha entendido a los mercados. Significa que se pretende acabar con la política de endeudamiento público seguida en los últimos treinta años. Si la política llega a crear un instrumento como éste, el resultado será positivo”, vaticina Bahr.
No obstante, hasta el momento es una idea que tendrá que ser aceptada en 17 países; colocar el horizonte en verano de 2012 puede que no sea muy realista.
"Los mercados exageran"
Por el contrario, el impuesto a las transacciones financieras no encuentra adeptos en los corredores de la Bolsa en Alemania. Su reacción a la negativa a los eurobonos y los impuestos previstos se dejó sentir: los índices mundiales caían pocas horas después.
Aún así hay que conservar la calma, concluye Heribert Dieter, de la Fundación para Ciencia y Política en Berlín, “los mercados financieros tienden a exagerar en una y en otra dirección. Por ellos no hay que poner de cabeza los fundamentos de la unión monetaria europea”.
Autoras: Danhong Zhang/Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas