Crisis financiera: ahora a estrechar filas
18 de marzo de 2008Los datos económicos básicos en Alemania son sólidos. Pero igualmente los efectos para la economía real son insoslayables. Un euro a 1,60 dólares, dicen desde hace tiempo los expertos, podría poner en serias dificultades a las empresas exportadores alemanas: sus productos serían demasiado caros en los mercados mundiales. A comienzos de esta semana, el euro llegó a cotizarse hasta a 1,595 dólares.
Por ello, gobierno, bancos y empresas tratan de formar un frente para capear la crisis. Las primeras señales ya han sido dadas. Ni siquiera Josef Ackermann, director del Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania y un global player mundial, cree ya en las “fuerzas de autoestabilización de los mercados”.
Autoridad contra el caos financiero
“La mayor liquidez que los bancos centrales han volcado a los mercados no es suficiente”, dice Ackermann y llama a que “los gobiernos intervengan en los mercados”. El director del Deutsche Bank aboga por una acción conjunta de los gobiernos, los bancos centrales y los bancos comerciales para recuperar la confianza en el sistema financiero.
Concretamente, Ackermann exige una institución global que regule los mercados financieros. “Bancos que operan a nivel mundial necesitan una autoridad reguladora también global”, dice. Y agrega que “no puede ser que nos sigamos desgastando en luchas internas nacionales”.
La idea incluye la creación de “consejo de economistas” que advierta de burbujas especulativas en los mercados financieros y pueda imponer medidas. Los bancos centrales han advertido en el pasado de olas especulativas, pero no han podido impedir los colapsos. “Quizás necesitemos alguien que tenga más autoridad”, concluyó.
Se necesita un reordenamiento del sistema
El optimismo en cuanto a que la crisis pueda ser superada rápidamente no está, sin embargo, muy extendido. Norbert Walter, economista jefe también del Deutsche Bank, no cree que las turbulencias puedan aplacarse antes de fines de 2009. “Necesitamos un reordenamiento bancario y también de los sistemas de regulación de los mercados financieros”, dijo Walter.
También Michael Heise, el economista jefe del Dresdner Bank, otro gigante de la banca alemana, cree que “la actual crisis llevará a una profunda reestructuración del sistema financiero. Agregó que “debemos contar con depuración y consolidación bancaria”. En otras palabras, muchos bancos van a quedar por el camino. La adquisición del banco de inversiones estadounidense Bear Sterns por su competidor JP Morgan Chase el lunes fue sólo una “perla” en un largo collar.
No obstante, en general en Europa no se ve todavía la necesidad de una rebaja de intereses. El Banco Central Europeo (BCE) quiere guardarse ese as todavía en la manga. La razón: el BCE cree que las peores consecuencias de la crisis aún están por venir. Cuando la coyuntura europea comience a resentirse, la institución bancaria reguladora tendría entonces todavía cierto espacio de maniobra.