Cuba: el cambio de manos del poder
16 de abril de 2021Unos opositores de la isla se burlan del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba llamándolo "La reunioncita de trabajo de los #SomosContinuidad”. Otros, apoyados en el éxito mediático de las numerosas plataformas de Youtubers e Instagramers cubanos, utilizan las redes sociales como nunca antes para alertar sobre el peligro de permitir que se consolide sin resistencia la transición del poder político en Cuba de manos del castrismo histórico a esa nueva élite política que etiquetan como "neocastrista”.
DW conversó con diversos representantes de la sociedad civil opositora cubana.
Guillermo "Coco Fariñas”, Presidente del grupo opositor FANTU, uno de los dos protagonistas de la actual disidencia cubana. Premio Sajarov 2010 a los Derechos Humanos de la Unión Europea:
La celebración de este Congreso del Partido Comunista no posee ninguna trascendencia para los cubanos y cubanas desesperados haciendo largas colas para ver si logran llevar alimentos a las mesas de sus hogares o si pueden alcanzar a comprar productos básicos de aseo para ellos y sus familiares. Lo que sí es seguro es que, antes, durante y después de celebrada la parte ceremonial y mediática de esta cita de los comunistas, arreciarán los pulseos por asumir el verdadero Poder Ejecutivo-Político detrás del trono, que ahora ostenta el General de Ejército Raúl Castro Ruz.
La batalla por proclamarse "los verdaderos herederos de Raúl Castro” es una guerra silenciosa, que hace varios años se viene dando, entre 3 grupos de poder NeoRaulista: El Grupo encabezado por el General de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera y la gran mayoría de los generales del MINFAR; un segundo Grupo de Tecnócratas Militares o exMilitares vinculados al Grupo Administrativo Empresarial. Sociedad Anónima (GAESA) del MINFAR, lidereado por el General de Brigada Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, y un tercer Grupo del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional (CODESENA), que dirige el Coronel Alejandro Castro Espín ─único hijo varón de Raúl Castro─ y sus incondicionales.
El Congreso de los comunistas cubanos servirá únicamente, para definir cuál de los grupos de poder NeoRaulista coloca en el puesto clave de Segundo Secretario del PCC a su respectivo candidato y para determinar cómo se distribuirán a partir de ahora las enormes riquezas en divisas libremente convertibles entre la casta militar NeoRaulista que desgobierna en Cuba, sin pensar en aliviar a los ciudadanos agobiados por la recrudecida crisis económica que golpea a la Isla.
Ángel Santiesteban, escritor. Seleccionado por Reporteros sin Fronteras en 2015 como uno de los 100 Héroes de la Información en el Mundo:
La salida de Raúl Castro no significa que podrá haber un cambio en la línea política del régimen. Somos una dictadura y seguiremos siéndolo. No se respetan los derechos fundamentales de los cubanos, y continuarán violándolos. El cambio ocurre por la edad del hermano del dictador histórico, pero si durara 200 años, se mantendría sacrificando al pueblo de Cuba. Está preocupado por su familia. A diferencia de su hermano mayor, a Raúl sí le interesa su familia y lleva años preparando este traspaso de poder en el cual destacan varias figuras vinculadas a él familiarmente, su hijo, su yerno. Luego de su muerte es posible que veamos un cambio: cuando los militares vean sus manipulaciones y no esté el "aura mítica de los históricos”, puede que una mañana nos levantemos y unos militares anuncien un golpe de Estado. La dictadura está aferrada al poder y será muy difícil que por sí mismos lo abandonen, aun con las caras nuevas que puedan aparecer. Por triste que parezca, dicen que quien llega por la fuerza al poder, solo se va con violencia.
María Matienzo, periodista. Promotora del Movimiento San Isidro:
Dudo que el retiro de Raúl Castro implique una salida del poder real: habrá que seguirle consultando las grandes decisiones. No obstante, creo que se retira sabiendo que ha dejado detrás alguien que ha asegurado sostener un estado de terror y de miseria como el que se viene viviendo hace 62 años. No creo que se haya dado un paso siquiera hacia la democracia. La ola represiva no ha dado un respiro a los activistas, artistas o periodistas, y se ha hecho extensiva a la población en general, aun a la que no se reconoce (aunque lo sea) como parte de la sociedad civil cubana. Aun cuando la Constitución aprobada en el 2019 trata de atemperarse a un lenguaje universal, no llegamos ni por asomo a lo que debiera ser un Estado de derecho: la criminalización del activismo, los perfiles raciales y la imposición de leyes enfocadas en controlar y castigar son una muestra de ello. La ley de Bienestar Animal es la muestra más reciente. Fuera de las regulaciones quedan el derecho a declararse "animalista” y el negocio de lidia de gallos, un negocio en poder de los generales históricos.
Jorge Ángel Pérez, escritor. Activa voz del Movimiento LGBTI opositor:
No creo que tengan ninguna intención de democracia tras la salida del segundo Castro, el último. Creo que la represión será mucho más severa. La "generación histórica" no será visible en esos días que vendrán después del congreso, pero seguirá comandando el ejército, también desde las sombras. Ellos no serán visiblemente culpables de la represión que está por llegar, serán la máquina que genera desde la sombra. Todas las estulticias serán responsabilidad de los que vendrán, de esos que hasta hoy estuvieron bajo su sombra. La gran represión la va a "generar" el gobierno y el partido será menos visible. La generación "histórica" quiere permanecer en el recuerdo como los barbudos que bajaron coloreados de verde olivo, barba, y largas cabelleras. Si hay una huelga general, un levantamiento "no será contra ellos", ellos serán siempre los "vencedores", ellos dejaron el poder a otros, y son esos otros quienes lo perderán. Los que quedarán ahora, se verán obligados a reprimir con más fuerza que nunca, y dispararán sin recato, pero sus fieles volverán a decir: "Si Fidel lo supiera. Si Fidel estuviera aquí".
Camila Acosta, periodista. Promotora del Movimiento Intelectual 27N:
Desde hace tiempo es el hijo de Raúl Castro, Alejandro Castro Espín, quien mueve los hilos del país. Raúl solo se retiraría oficialmente, aunque debe permanecer al tanto de todo quizás como figura de autoridad como parte de esa "élite histórica” de la Revolución. El Congreso será otro teatro político más, y ya lo han calificado como "el Congreso de la continuidad”, según la propia campaña generada por los medios oficiales. Se ha dicho que Díaz-Canel sustituirá a Raúl al frente del PCC, pero Díaz-Canel no es quien ostenta el poder real en Cuba, él es solo la marioneta, el hombre de confianza que sigue las órdenes de otras personas que operan desde las sombras, es solo la fachada de una imagen que el régimen quiere vender al mundo, de cambio, apertura... pero la realidad es otra completamente diferente. Democracia habrá cuando haya pluripartidismo, elecciones libres, libertades ciudadanas... y esas son cosas que el régimen se ha negado a reconocer e incluso lo impusieron en la Constitución de 2019 cuando dijeron que el PCC es la fuerza dirigente y superior de la sociedad, al declararlo como Partido único. Quien crea que la apertura vendrá del régimen cubano, por iluminación divina de ellos quizás, solo se está engañando. Los cambios políticos en Cuba vendrán a partir de lo que la sociedad civil independiente sea capaz de exigir, articular, presionar.
Yoe Suárez, periodista. Voz protagónica de la sociedad civil cristiana opositora:
El nuevo Congreso partidista buscará atornillar en el poder a una nueva camada de funcionarios comunistas. Se espera, como años atrás había anunciado el dictador Raúl Castro, que Miguel Díaz-Canel pase al Secretariado del PCC. Si así ocurriera, volvería a unificarse, en un solo individuo, el liderazgo del Comité Central del PCC y el gobierno, como antes ocurrió con Fidel Castro y su hermano Raúl. No esperamos, entonces, ningún cambio sustancial o apertura democrática, sino la puesta en escena de un guión predeterminado en el que Raúl Castro volverá a darle una palmada en el hombro a Díaz Canel para "transferirle" algo de capital simbólico.
Rafael Vilches Proenza, escritor. El más reconocido escritor opositor cubano hoy:
Si Raúl cede el timón del poder no es por propia voluntad. Por un lado es ley biológica: cumplirá pronto 90 años, y ese suceso será aprovechado por el clan de los Castro para aferrar de una vez el poder que llevan años ocupando paso a paso; una estrategia muy visible en sus hijos, Alejandro y Mariela Castro Espín, o en su nieto y guardaespaldas, conocido como "El Cangrejo”. Parece clara la decisión de blindar a Díaz-Canel como hombre fuerte (que no lo es, pues hasta el pueblo lo abuchea en las calles porque sabe que es una marioneta), pero hay en juego otros poderes, el de Segundo Secretario, el Ideológico, que resultan vitales para un reajuste del control del país. Eso sí, todos coincidimos en que la dictadura va a recrudecer su poder totalitario contra el pueblo. Si los cubanos no nos lanzamos a la calle a reclamar la libertad que nos merecemos, aquí no va a cambiar nada.