Las afganas luchan por hacer cine
Una muerte a cámara lenta. Así describe Amnistía Internacional lo que están viviendo las mujeres afganas desde que los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021. Los islamistas restringieron de manera drástica derechos recién conquistados. También en el cine. Durante dos décadas, directoras, productoras y actrices marcaron el cine afgano con grandes dramas y películas que cosecharon halagos y premios en la escena internacional. Ahora todo eso debe acabar... o al menos ese es objetivo de la política cultural de los talibanes. Ellos quieren un cine "que repete los valores islámicos, las tradiciones nacionales y la cultura afgana”, o lo que como tal interpreta el nuevo presidente de la organización estatal de cine Afghan Film. Pero las decididas cineastas afganas, que habían conquistado el mundo del arte y la política, no se dejan silenciar y siguen haciendo cine, aunque sea en el exilio. Una de ellas es Roya Sadat. En 2017, Afganistán había presentado su película "A Letter to the President” para competir como mejor película de habla no inglesa en los Óscar. Ahora, Sadat tiene que continuar su trabajo desde Washington. Cuando los talibanes tomaron el poder, ella se encontraba allí... y se quedó, prosiguiendo en la distancia su lucha contra la injusticia hacia las mujeres afganas. "Hacer cine no es para mí un trabajo”, dice, "es mi vida entera”. Sahraa Karimi, la única mujer con un doctorado en cine de Afganistán, tuvo que huir del país cuando los talibanes se hicieron con el poder. Su película "Hava, Maryam, Ayesha”, sobre tres mujeres afganas, se había estrenado dos años antes en la Bienal de Venecia. Ahora Karimi vive en Roma, donde trabaja como catedrática invitada. Su interés sigue siendo contar la historia de su pueblo, sobre todo la de las mujeres. "Quería saber de primera mano lo que estaba ocurriendo en mi país”, señala Karimi. Código Cultura entrevista a estas dos directoras de cine y muestra cómo las mujeres han marcado el cine afgano entre crisis, el estilo Bollywood e hitos artísticos. Ellas no se dejan intimidar, tampoco en el exilio, como afirma Sahraa Karimi: "Seguiremos contando nuestras historias, solo que desde otra perspectiva”.