Berlín es escenario de innumerables historias de agentes secretos, tanto reales como ficticias, desde tiempos de la Guerra Fría hasta la actualidad. El ascenso de Berlín al olimpo del espionaje comenzó al término de la II Guerra Mundial. Los aliados ponen fin al régimen nazi y dividen la ciudad en cuatro sectores. En ningún otro lugar es tan patente la colisión entre ambos bloques como en la capital alemana, dividida por el Muro. ¡El escenario perfecto para los espías!
Los agentes, algunos bajo identidades falsas, se espían mutuamente alejados de la luz pública. Berlín occidental, una isla enclavada en la Alemania comunista, ha inspirado innumerables películas de acción, como “Puente de espías” de Spielberg, “James Bond 007: Octopussy” o “La supremacía Bourne”.
Viajamos por el Berlín secreto, tras las huellas de los escenarios del espionaje: el puesto fronterizo Checkpoint Charlie, la estación de Friedrichstrasse, el monte Teufelsberg o el puente Glienicker Brücke. En nuestra aventura entrevistamos a exagentes que nos narran historias increíbles, como el matrimonio estadounidense Schevitz. Estos espías de élite de la RDA vivieron en Alemania Occidental, y tuvieron entre sus objetivos nada menos que al canciller. Les contamos cómo el célebre agente doble George Blake desbarató la “Operación oro” occidental, que tenía como fin interceptar las comunicaciones soviéticas. Y les mostramos por qué Berlín sigue siendo un epicentro del espionaje, como ilustran el escándalo de escuchas ilegales protagonizado por la NSA estadounidense y un asesinato supuestamente orquestado por el FSB ruso, heredero de la KGB soviética. En 2023 se desenmascaró a un agente doble ruso en las filas del servicio secreto alemán. ¡Berlín es y sigue siendo un tablero predilecto de los servicios de espionaje!
Estas y otras historias están al alcance de todos en el Museo Alemán del Espionaje, que abrió sus puertas en 2015 en las cercanías de la céntrica plaza Potsdamer Platz, no lejos de la Puerta de Brandeburgo.