Interrogan a jefe de servicios secretos
5 de julio de 2012Heinz Fromm, presidente saliente de los servicios secretos alemanes, se sometió al interrogatorio de la comisión investigadora del Bundestag, el Parlamento alemán. Si está seguro de que los tres miembros de la célula nacionalsocialista (NSU) no habían sido reclutados por los servicios secretos alemanes, le preguntó la parlamentaria socialdemócrata Eva Högl: “Según lo que yo sé, puedo excluir la posibilidad”, respondió Fromm. Éste había dimitido el lunes tras conocerse que su agencia se había deshecho de unos archivos sobre la célula neonazi que a lo largo de una década asesinó a diez personas y pasó desapercibida.
Suposiciones de Fromm
La pregunta clave fue por qué fueron destruidas las actas de la operación Rennsteig, el expediente de informantes en la filas neonazis. “Porque los expedientes son revisados por muchos de nuestros colaboradores”, respondió Fromm. Ellos habían decidido que eran asuntos muy antiguos sin relación con Beate Zschäpe, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt y por eso los destruyeron, supone Fromm. Pero de que efectivamente así haya sido, tampoco está tan seguro.
Su deseo es que se haya tratado de un descuido y no de un encubrimiento de los hechos, declaró el jefe de la Oficina Federal para la Defensa de la Constitución, que en julio se despide de la vida laboral.
De la revisión de lo que queda de las actas de la Operación Rennsteig, la comisión investigadora tampoco pudo sacar más cosas en claro acerca del porqué de la destrucción de los documentos. La operación en cuestión tuvo lugar entre 1996 y 2003; se trataba de conseguir informantes del círculo de extrema derecha “Thüringer Heimatschuz”, grupo del cual surgió más tarde la célula NSU.
Destrucción misteriosa
En los restos del expediente no aparecen los nombres de los tres miembros de la célula neonazi. No obstante, y en contra de lo que afirma Fromm, el parlamentario del bloque ecologista Wolfgang Wieland sí cree posible que en los papeles destruidos estuviesen presentes.
El semanario alemán “Stern” informó hace pocos días de la existencia de expedientes secretos en los cuales consta que el servicio alemán de Inteligencia intentó contratar en 1997 a Beate Zschäpe, hoy la única superviviente de la célula terrorista. El asunto es cada vez más misterioso, opina Wieland, y de su misma opinión son otros miembros de la comisión investigadora.
También el director del departamento que en noviembre de 2011 dio la orden de destruir los expedientes fue interrogado por la comisión. Poco fue lo que pudo decir porque hay un proceso disciplinario en su contra. Con todo, a lo largo de dos horas, les contó a los parlamentarios alemanes acerca de la manera poco seria en que se manejan las actas en los servicios secretos.
¿La mano derecha no sabe lo que hace la izquierda?
Como fuere, para la comisión investigadora la tarea ha cobrado una nueva dimensión. Si en un comienzo se trataba sólo de detectar los errores en el proceso de investigación de la serie de asesinatos de nueve inmigrantes y un policía, ahora los diputados alemanes tienen que trabajar también en base a teorías como que los servicios secretos alemanes trabajan de la mano con miembros de la extrema derecha.
Aunque del interrogatorio de hoy se sacó poco en claro, sí quedó comprobado que las 36 agencias alemanas colaboran muy poco entre sí. La necesidad de una nueva estructura quedó patente. A la pregunta de si la Oficina Federal para la Defensa de la Constitución sabía que el jefe de “Thüringer Heimatschutz” era informante de los servicios secretos de Turingia, Fromm respondió que no, que se había enterado de ello por la noticia publicado en el semanario Der Spiegel.
Autor: Bernd Gräßler/ Mirra Banchón
Editora: Cristina Papaleo