UE- América Latina: agenda conocida, con novedades
16 de noviembre de 2021
"Por segundo año consecutivo, en el discurso sobre el estado de la Unión, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no pronunció ni una vez a América Latina”, criticó María Leitao Marques, en el Latin America Day, auspiciado por el grupo de Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo. Su familia política persigue una agenda donde América Latina esté más arriba.
Antes que nada, ¿por qué América Latina no está en el radar de las instituciones europeas? "La primera razón es la falta de conocimiento de los lazos culturales e históricos con América Latina y, a menudo, del potencial que tiene para nosotros, en términos de cooperación económica, comercial y geopolítica”, responde a DW Leitao Marques, eurodiputada por Portugal y coordinadora de la Asamblea EuroLatinaomericana (Eurolat). "Esta distancia simbólica y estratégica es más visible aún en los países 'no latinos' como Alemania, Polonia, Holanda y los países escandinavos”, puntualiza.
Desconocen que "hay 570 millones de personas en 20 países de América Latina. Junto con la Unión Europea, representamos un 25% del PIB mundial. América Latina tiene las condiciones adecuadas para ser un socio idóneo de la UE. Su relevancia ambiental comienza con la Amazonía. Además, necesitamos socios para implementar un modelo democrático para la transición digital”, explica Leitao Marques, catedrática de economía en la Universidad de Coimbra.
Pieza clave: Brasil
Por su parte, Javi López, copresidente de Eurolat, afirmó: "No seremos capaces de poner normas a la globalización si no nos ponemos de acuerdo estos dos grandes bloques. Para combatir el cambio climático el mundo va a necesitar de América Latina, el pulmón del planeta, que atesora la mayor biodiversidad del mundo”. Pero con un Brasil que lleva varios años de curso negacionista, ganar su esfuerzo en pro del medio ambiente se ve casi imposible. Ahí se cierra el círculo de uno de los puntos de la nueva agenda.
"Creemos que otro Brasil es posible; que otra Europa es posible”, arengó en la conferencia Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente del gigante latinoamericano, subrayando que durante su gestión millones de ciudadanos salieron la pobreza. Entretanto, se sabe que América Latina será la región que más va a sufrir el impacto de la pandemia del COVID-19 y que habrá 30 millones más bajo el umbral de la pobreza.
Queda claro: la apuesta socialdemócrata es por estrechar lazos con sus pares. Con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en el poder en México, se firmó un acuerdo de cooperación y entendimiento en febrero de 2020. Uno con el Partido dos Travalhadores (PT), el partido de Lula da Silva en Brasil, se anuncia para comienzos del 2022.
"Queremos recuperar los espacios perdidos en América Latina. Estamos abriendo camino para que algo se mueva. Y la presencia de Lula marca un antes y un después”, explica a DW Mónica Silvana González, eurodiputada por España, especialista en cooperación.
Recuperación, fondos y voluntad política
José Luis Rodríguez Zapatero, ex primer ministro de España, afirmó en el evento que sería preciso que desde la UE se promoviera un acuerdo de recuperación para América Latina. Pero ¿es realista proponer esto con unos presupuestos que quedaron establecidos hace más de un año para el siguiente período presupuestal de siete años? ¿O es que es fácil proponer porque sale gratis?
"Instrumentos financieros con base legal, los hay. Hay que tener la voluntad de ponerse de acuerdo", sigue González. "Para el Fondo de Solidaridad -211 millones de euros adicionales para mitigar los efectos de la pandemia- hemos conseguido, hace unas horas, que se incluya la acción exterior”, informa.
Hay novedades
En la nueva agenda que propone la socialdemocracia europea está la justicia social, la igualdad de género, el cambio climático y la exigencia democrática. En realidad, temas en los que se viene trabajando en conjunto desde hace tiempo. ¿Cuál es el punto novedoso?
Los temas se conocen, sí, pero hubo un recorte del 14% en los fondos. También gracias a la presión, comienza a haber un cambio de enfoque. "En el presupuesto para cooperación, el 48% se destina en este período a África, el 6% a América Latina. Pero existe un colchón de reserva (el 12,5% del presupuesto de cooperación). Nuestra lucha es abrir vías para compensar el desequilibrio. Recordemos que hace cinco años, de la manga salió un Fondo Fiduciario para la Paz de Colombia”, puntualiza González.
Volvemos al punto de partida: la nueva agenda que se persigue, en el plazo de una década, es una en la que los países de América Latina -grandes o pequeños- estén más presentes. ¿Es posible?
"Sí. Es una cuestión de prioridades: América Latina es más bien una 'tarea” de Estados Unidos', responde Leitao Marques. "Pero si logran cooperar en la lucha contra la desigualdad, invertir en sectores como la educación, la ciencia y la consolidación de la democracia, estoy segura que estamos ante una década mucho más fructífera entre Europa y América Latina”, concluye.