Día Mundial de la Salud: plantas medicinales amenazadas
7 de abril de 2005
Por salvar vidas y ayudar a recuperar la salud, las plantas medicinales están amenazadas de muerte. El auge del uso de las plantas medicinales parece ser simultáneamente su condena de desaparición.
Entre las plantas medicinales en peligro se cuentan tanto hierbas chinas, como plantas usadas en la medicación ayurveda como algunas conocidas plantas curativas europeas, por ejemplo el árnica.
Alemania es un centro europeo de comercio de plantas medicinales, de las que anualmente importa nada menos que 50.000 toneladas, para la elaboración de medicamentos y productos cosméticos.
La "lista roja" de plantas amenazadas
Los procedimientos medicinales naturales cobran cada vez más importancia en el mundo. Pero ese auge es también un creciente peligro. ¿Cómo cuidar y conservar ese tesoro natural?
Ginseng, la antiquísima planta asiática está desde hace poco en la "lista roja". En farmacias de todo el mundo se ofrecen miles de variaciones de píldoras y jugos de ginseng. Pero el ginseng silvestre se ha vuelto raro. Tan raro, que cuesta veinte veces más que el oro.
Los médicos ayurveda en Sri Lanka están preocupados: algunas plantas medicinales ya no se encuentran o son vendidas sólo para la exportación. Cuanto más se exportan, menos están a disposición para la población local.
Las heridas del árnica
Algo similar sucede en Europa, por ejemplo con el árnica, que se usa para curar heridas. En el sur de Alemania, el árnica era común antes. Hoy, ya casi no se encuentra. No es de extrañar: en Alemania se elaboran 50.000 kilos de flores de árnica secas por año para producir cremas, tinturas y aceites.
En el mundo se usan unas 50.000 plantas para fines medicinales. La facturación total se estima en unos 15.000 millones de dólares. A la cabeza del consumo se encuentran los EEUU, Japón, Alemania y Francia.
Alemania importa plantas medicinales sobre todo de China y la India, pero también de Albania, Bulgaria, Turquía y Polonia.
Los límites del crecimiento
La demanda aumenta: cinco mil millones de personas, es decir el 80% de la población, utilizan ya plantas medicinales, según estima la OMS. Para la población en los países pobres, éstas son a menudo la única forma de tratamiento médico.
Pero el consumo en aumento tiene límites. La décima parte de las plantas medicinales se considera ya en peligro de extinción... y con ello sus propiedades.
Si bien a menudo se exige que las plantas sean silvestres, está claro que ello no puede ser solución a largo plazo. Sin embargo, existe una salida a la situación: el cultivo orgánico de plantas medicinales.
Así se puede asegurar un alto grado de pureza de las plantas y al mismo tiempo coadyuvar a la creación de puestos de trabajo y la obtención de divisas en numerosos países.