Dante, el defensor brasileño del último equipo de la Bundesliga
19 de febrero de 2011DW-WORLD: Con apenas 16 puntos conseguidos en 22 partidos, y de último en la tabla de posiciones, el Borussia Mönchengladbach es el candidato número 1 al descenso en el fútbol alemán, ¿cómo se siente en estos momentos Dante?
Dante: “Estoy preocupado, claro que estoy preocupado, todos aquí lo estamos, pero vamos a jugar para conservar el cupo en la primera división, este club tiene mucha historia y tradición, además cuenta con una afición que lo lleva todo el tiempo en su corazón. No, un equipo así no puede bajar a la segunda, ¡no descenderemos!”
Pero la tarea es muy difícil, el Mönchengladbach ha perdido mucho terreno
“Somos concientes que las cosas no se ven bien, tenemos muchos aspectos negativos en los que hay que trabajar, por ejemplo que no ganamos en casa, o que a veces nos traicionan los nervios. Pero creemos que podemos conseguirlo, estamos convencidos que nos podemos salvar y eso es lo positivo que tenemos que explotar”
¿Qué es lo que no funcionó en el equipo? ¿Qué los llevó a esta situación tan desesperada?
“Acontecieron muchas cosas que nos afectaron: las lesiones –yo mismo estuve 5 meses de baja-, y en especial que mucha gente en el equipo se olvidó del compromiso de mejorar cada día, que no se dieron cuenta a tiempo de la situación delicada en la que nos estábamos metiendo, en el grupo reinaba una tranquilidad inexplicable y al final, cuando se estaba haciendo demasiado tarde, se entiende lo que pasa”
Pero al inicio de la temporada todo lucía tan prometedor, el 6-3 sobre el Leverkusen en su patio es memorable y mostró a un Mönchengladbach de gran nivel.
“Pero precisamente ese partido fue el que más mal nos hizo, el triunfo ante Leverkusen nos mostró que no sabíamos todavía cómo conservar la cabeza en su lugar, se ganó y se olvidó de trabajar, se olvidó que no habíamos conseguido aún nada, que el botín fueron sólo tres puntos y nada más”.
Pero usted no puede haber sido el único en darse cuenta de lo que estaba pasando
“No, dentro del equipo lo hablamos muchas veces, pero era muy difícil tratar el tema, nos faltó la fuerza para salir de esa situación, para superar el reto. Pensamos que éramos grandes, no nos dimos cuenta que teníamos algo bueno pero que no éramos fantásticos, se nos olvidó de dónde veníamos, quienes somos realmente: un equipo obligado a trabajar muy duro cada día para mantenerse donde está”.
Las medidas correctivas ya se empezaron a tomar con la contratación del entrenador Lucien Favre en reemplazo de Michael Frontzeck
“Es cierto que ahora tenemos un nuevo entrenador, pero independientemente de ese cambio los jugadores tienen –tenemos- que reflexionar sobre su papel y lo que pueden –podemos- aportar para conservar el cupo en la primera división. Nosotros somos los que tenemos que hacer las cosas y debemos empezar por tener una actitud diferente, lo tenemos todo en nuestras propias manos, tenemos una oportunidad de salvarnos pues aún tenemos que enfrentar a los rivales directos en la lucha por el descenso, al Bremen, al Wolfsburgo, al Kaiserslautern, al Colonia, pero eso sólo lo lograremos juntos”
¿Está el equipo en condiciones de cumplir esa meta?
“El grupo es muy fuerte sicológicamente, lo que hay que hacer es olvidar lo que pasó y luchar mucho, hasta el último segundo de cada partido, recordar siempre cuál es nuestro objetivo: ¡no descender!”
¿Y si el Mönchengladbach desciende qué pasará con usted?
“Muchos me preguntan eso, que qué voy a hacer si el equipo cae a segunda división, pero yo no me ocupo con eso, lo mío es preguntarme qué hacer para salir adelante, para ayudar a que sigamos en primera”
Pero a veces hay que hacerle frente a la realidad
“Pero ese momento no ha llegado. Yo tengo un contrato que es válido también en la segunda división, sé que el club afrontará una situación financiera muy difícil si se desciende, pero por ahora estamos en primera y tenemos la oportunidad de luchar por mantenernos allí, eso es en lo que tenemos que concentrarnos, esa es la realidad”.
Autor: Daniel Martinez
Editor: José Ospina-Valencia