De cacería vía internet
18 de marzo de 2005
Una hora necesitó el estadounidense Howard Giles para alcanzar con un certero tiro a un jabalí. Y no una hora de persecución y paciencia enfrentándose a la naturaleza, sino desde su ordenador de casa, uno de los nuevos "juegos" que ofrece la www.
Primer cazador online
Así se convirtió Giles en el primero en matar a una presa real a través del ratón. Como él comenta, su corazón dio un vuelco cuando apretó el virtual gatillo. El cazador a distancia lo sintió como si hubiese estado en el lugar de la cacería.
El macabro entretenimiento es ofrecido por una página estadounidense dedicada a la caza. Lo peor de la historia: unas 350 personas de todo el mundo están en la lista de espera para matar animales a distancia. Por unos 15 dólares mensuales, cualquiera puede disparar online. Eso sí, sólo contra objetivos inanimados.
Para los amantes de las presas reales, las cuotas son mucho más caras. La página www.live-shot.com ofrece esta posibilidad por dos horas al precio de 300 dólares. Y la próxima cita ya está acordada. A principios de abril, Dale Hagberg, impedido físico desde los 18 años, podrá desafiar a la madre naturaleza con sus armas cibernéticas.
¿Dilemas éticos?
John Lockwood, creador de la página, no ve en estas prácticas ningún problema ético. Para él es similar a la caza normal. Aquel que quiera disparar desde su página incluso tendrá que ser titular de la licencia de caza del estado de Texas, donde se sitúa el escenario de tal "deporte". Lockwood proclama además los beneficios sociales de la caza virtual. Incluso impedidos físicos pueden matar animales. Y no sólo eso, sino que garantiza el mínimo sufrimiento del animal al ofrecer apoyo presencial en caso de que el objetivo no sea alcanzado correctamente.
Sea divertido o no, dichas prácticas no tienen mucho parecido con la caza real. Desde el dormitorio se puede controlar un arma de fuego conectada a un ordenador exterior, esperar a la presa cuando acuda a comer, pinchar con el ratón y "voilà": una nueva presa a la que el cazador ni siquiera verá sangrar realmente si dispara desde Japón, por poner un ejemplo.
Asociaciones pro defensa de la naturaleza ya se han puesto en marcha para paralizar tan horrenda oferta. La Asociación Alemana de Cazadores rechazó los servicios de la página por contradecir los principios éticos una práctica tan antigua como la caza. Según la ley alemana de protección de los animales, el que ofrezca tal servicio podría ser condenado a tres años de prisión. La Asociación de cazadores prefiere juegos más respetuosos con la naturaleza. Así salió a la red Pig Brother, donde los cazadores alemanes pueden observar animales y dejarlos vivir.
También en EE. UU. surgieron iniciativas contra la caza online. Varios diputados iniciaron acciones legislativas para prohibirla en Texas y otros estados. La duda es si lo conseguirán o no. Pero en caso de prohibición, los hogareños cazadores siempre encontrarán la oportunidad de conectarse a una página similar en un país donde matar a través del ratón no esté penalizado. Todo un nuevo reto para la conservación de la naturaleza.