De ningún modo otro muro de Berlín
19 de junio de 2002
El cerco que comenzó a erigir Israel el domingo a lo largo de sus límites con la Cisjordania ha levantado polémica. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, habló de una medida fascista, dirigida a instaurar una suerte de apartheid, mientras la Liga Árabe lo calificó de un "nuevo muro de Berlín". Incluso en Washington se ha manifestado disgusto, aunque las reacciones estadounidenses han sido moderadas.
La dura política del primer ministro Ariel Sharon, que ha vuelto a enviar sus tropas a territorios de la autonomía palestina tras el sangriento atentado del martes 18, dificulta en todo caso los esfuerzos por llevar a las partes a la mesa de negociaciones. Una situación difícil para el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Shimon Peres, partidario de celebrar una conferencia de paz con el apoyo internacional el mes entrante.
Las trincheras ya no sirven
En entrevista con nuestro departamento de radio, Peres rechazó sin embargo las comparaciones del cerco defensivo que está levantando Israel con el muro de Berlín, que durante décadas marcó la división de Alemania.
"Un muro de Berlín no puede ser la respuesta. En la era de los misiles y los armamentos no convencionales, las trincheras y los rifles no pueden decidir nada. La mejor respuesta ante el problema no sería un muro, sino una nueva modalidad en la relaciones", indicó.
Junto con reiterar la disposición de Israel a sostener negociaciones, rechazó las asociaciones políticas negativas en lo tocante al cerco: "Estamos dispuestos a replegarnos a las fronteras determinadas por la resolución de la ONU, es decir, a retirar a nuestras tropas de los territorios en cuestión. Pero tenemos también la obligación de establecer fronteras seguras. Claro que de ninguna manera puede tratarse de una suerte de muro de Berlín. No existen soluciones militares para estos problemas".
Respaldo económico
A juicio de Peres, un factor importante para resolver el conflicto es la reconstrucción económica de la región. "La única vía para superar estos problemas políticos es la económica. El Medio Oriente necesita progreso económico, apertura, cooperación y confianza. De otro modo, todo seguirá igual", afirmó el jefe de la diplomacia israelí, recalcando que la región es "pobre en cuanto a desarrollo, pero rica en armas".