Desarme en el mundo, rearme en Europa
14 de marzo de 2022Los datos sobre los negocios armamentísticos a nivel mundial cobran un significado especial ante el telón de fondo de la guerra en Ucrania. Las estadísticas del Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) abarcan el período de 2017 a 2021, comparado con el de 2012 al 2016. En consecuencia, no reflejan la guerra de Rusia contra Ucrania. No obstante, revelan ya crecientes tensiones en Europa.
Mientras el comercio mundial de armamento se redujo en un 4,6 por ciento, los países europeos incrementaron sus compras de armas en un 19 por ciento. Entre las diversas regiones del mundo, Europa es la que registra el mayor aumento. Pieter Wezeman, uno de los autores del estudio, habla de un "inquietante rearme".
De acuerdo con Ian Anthony, jefe de la sección de seguridad europea del SIPRI y experto en Rusia, las últimas cifras recogen ya la respuesta de la OTAN "a la anexión rusa de Crimea en 2014 y la agresión en Donbás".
Rusia y China vendieron menos armas
Interesante resulta observar que las ventas de armas de Rusia se redujeron en un 26 por ciento. Eso, sin embargo, obedeció casi exclusivamente a la disminución de pedidos de dos países: India y Vietnam. La reducción de la venta de armas de China fue aún mayor y se cifró en un 31 por ciento.
Alemania, el quinto mayor exportador de armamento a nivel mundial, registró un descenso del 19 por ciento. Por el contrario, las ventas de Estados Unidos aumentaron en un 14 por ciento y las de Francia incluso en un 59 por ciento.
Los vecinos de Rusia
Aun cuando las cifras del SIPRI solo abarcan lo ocurrido hasta fines del año pasado, ya se vislumbra el aumento de la tensión en Europa. "El notorio deterioro de las relaciones entre la mayoría de los Estados europeos y Rusia fue un importante motor del crecimiento de las importaciones europeas de armas, sobre todo en aquellos Estados que no pueden cubrir plenamente sus necesidades con la producción de sus propias industrias de armamento", escribió Wezeman. Los negocios de amas también tuvieron un papel importante en las "relaciones de seguridad transatlánticas".
Estados Unidos es el principal abastecedor de los europeos, sobre todo en lo tocante a aviones de combate. El Reino Unido, Noruega y los Países Bajos encargaron en total 71 aviones F-35. Entre 2020 y 2021, se sumaron también los encargos de países que se sienten especialmente amenazados por Rusia: Finlandia se propone adquirir 64 aviones F-35 y Polonia 32. Alemania, por su parte, encargó a Estados Unidos cinco aviones del tipo P-8A.
Pocas armas para Ucrania
Ucrania, en tanto, importó poco material bélico entre 2017 y 2021. El SIPRI lo atribuye en parte al "bajo poder adquisitivo del país y al hecho de que Ucrania tiene capacidades propias en materia de industria armamentística y posee un amplio arsenal", sobre todo, remanente de la era soviética. Además, según el instituto, "hasta febrero de 2022, varios importantes exportadores restringieron sus ventas a Ucrania, por temor a que pudieran azuzar el conflicto".
Entre el armamento adquirido por Ucrania cabe mencionar 12 drones de combate de Turquía, 540 misiles antitanque de Estados Unidos, y 78 vehículos blindados y 56 piezas de artillería de la República Checa.
A juicio de los expertos del SIPRI, en el actual conflicto, tienen relevancia militar sobre todo los drones de combate y esclarecimiento turcos del tipo "Bayraktar". También circulan reiteradamente imágenes de tanques rusos destruidos por misiles estadounidenses "Javelin".
Sin embargo, Ian Anthony cree que "ningún sistema armamentístico determinado definirá el desenlace de esta guerra. El hecho de que Rusia se concentre en sitiar, el uso de artillería pesada y los bombardeos imprecisos desde el aire, demuestra que se debe tomar con cautela todo lo que se dice sobre nuevas tecnologías decisivas para una guerra".
La geografía político-militar de Europa
¿Qué deducciones estratégicas se puede sacar a pocas semanas de iniciada la guerra? "La guerra de Ucrania ya ha modificado profundamente la geografía político-militar de Europa", opina Ian Anthony. Ahora, asegura, "ya no puede haber ilusiones sobre una colaboración con Rusia en un amplio concepto de seguridad como el acordado en la década de 1990. Rusia no podrá ser un socio por un tiempo indefinido".
(ers/rml)