Diez películas memorables de Romy Schneider
El 23 de septiembre de 2018, la actiz austríaca de nacionalidad alemana y francesa Romy Schneider habría cumplido 80 años. Su biografía estuvo marcada por el brillo de su carrera y las horas bajas de su vida privada.
“Sissi” la convirtió en una estrella
Romy Schneider tenía 16 años cuando el director Ernst Marischka la contrató para que protagonizara su película “Sissi”. Aunque ese no fue su primer trabajo frente a las cámaras, fue decisivo para su carrera. El éxito de la cinta fue seguido por el de otros proyectos. Pero la súbita fama fue percibida por Schneider como una maldición. En Alemania y Austria sólo se le veía encarnando a “Sissi”.
Entretenimiento fácil en “Señorita Scampolo”
Las películas que idealizaban las cosas sencillas de la vida en las zonas rurales de Europa eran muy populares en la década de los cincuenta. A ese género de cintas pertenece “Señorita Scampolo”, una de las mejores en la filmografía de Schneider en esa época. Allí interpretó el papel de una huérfana al lado de Paul Hubschmid en Isquia.
Con “El proceso” en la tarima internacional
Muchos directores de renombre internacional se sintieron atraídos por las facultades histriónicas de la actriz nacida en Austria. Orson Welles, por ejemplo, la contrató en 1962 para el rodaje de la película “El proceso”, basada en la obra de Kafka. Romy Schneider brilló en el papel de la joven Leni junto a Jeanne Moreau, Anthony Perkins y el propio Welles.
“La piscina”, objeto de culto
A finales de los sesenta, Romy Schneider ya había protagonizado varias películas rodadas en Francia; pero ninguna como “La piscina”, que en 1968 se convirtió en un enorme éxito de taquilla. Junto a su pareja, el actor Alain Delon, Schneider acaparó titulares: los unos se enfocaban en la belleza de las imágenes del melodrama en cuestión y los otros, sobre el amorío de ambos.
Su director favorito: Claude Sautet
“Las cosas de la vida”, de Claude Sautet, fue un hito en la carrera de la actriz. En 1970, Romy Schneider dijo haber conseguido a “su” director. Con él y al lado del actor Michel Piccoli, ella demostró que podía dar más de lo que se esperaba en otros sets de filmación. Fue así como consiguió deshacerse definitivamente de su imagen de “Sissi” y ser reconocida como actriz de carácter.
Isabel de Baviera, de nuevo
En 1972, a Romy Schneider se le pidió que encarnara de nuevo a la emperadora Isabel de Baviera, pero en una película de un calibre totalmente distinto al de “Sissi” y sus emuladoras. El célebre director italiano Luchino Visconti la invitó a exudar grandeza frente a las cámaras junto al actor Helmut Berger para su cinta de cuatro horas de duración “Ludwig”.
“El trío infernal”, exitoso escándalo
Hasta bien entrados los años setenta, Romy Schneider tuvo que soportar las maledicencias de la prensa del corazón alemana que le echaba en cara el hecho de no querer volver a encarnar a “Sissi” y de preferir rodar en Francia que en territorio germano. Éxitos escandalosos como el de la película “Trío infernal”, en 1974, no contribuyeron a que los alemanes prejuiciosos le tomaran más cariño.
La polémica en torno a “Lo importante es amar”
Inmediatamente después de “Trío infernal”, Romy Schneider protagonizó “Lo importante es amar”. Allí interpreta a una actriz que, pese a sus ambiciones artísticas, se ve obligada a rodar películas eróticas para ganar dinero. Por su disposición a forzar sus propios límites histriónicos, Schneider fue premiada en Francia. El público alemán criticó el exceso de piel desnuda o se rehusó a ver la cinta.
Retorno frustrado al cine alemán
Los esfuerzos que hizo para volver a rodar en Alemania fracasaron; pero no debido a sus dotes como actriz. La película basada en la obra “Foto de grupo con señora” de Heinrich Böll, protagonizada por Romy Schneider en 1977, pasó inadvertida por el público y la crítica. Los directores del Nuevo Cine Alemán no supieron qué hacer con la estrella “alemana” venida de Francia.
“Testimonio de mujer”, la despedida
Los últimos años de su vida estuvieron marcados por relaciones sentimentales complejas y por la trágica muerte de su hijo en un accidente. Las huellas que dejaron estos pesares íntimos saltaban a la vista en sus últimas actuaciones. “Testimonio de mujer”, proyectada en los cines en 1982, fue su última película. Ella murió el 29 de mayo, meses antes de su estreno en Alemania.