Recta final de negociaciones en Alemania
19 de octubre de 2009El tiempo apremia. Han pasado tres semanas desde la celebración de las elecciones al Bundestag y las negociaciones para formar nuevo gobierno de coalición en Alemania encaran su recta final. A más tardar, el acuerdo debería ser una realidad a finales de esta misma semana. El nuevo Parlamento surgido de las urnas se constituirá el próximo 27 de octubre. Al día siguiente, si se cumple el guión previsto, Angela Merkel será elegida de nuevo canciller con los votos de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y del Partido Liberal (FDP).
Maratón negociadora
Sin embargo, los equipos negociadores de los futuros socios de coalición deberán superar aún numerosos escollos antes de que la reelección de Merkel sea una realidad. Pese a haber acercado posturas al respecto, la política de rebajas fiscales que debería emprender el futuro Ejecutivo sigue siendo el principal caballo de batalla de las negociaciones. Los liberales insisten en acometer un recorte de 35.000 millones de euros -52.500 millones de dólares-, tal como prometieron en campaña. CDU y CSU estarían dispuestos, mientras tanto, a aliviar la carga impositiva en hasta 20.000 millones de euros -30.000 millones de dólares-, aún muy lejos de las pretensiones del FDP.
Tampoco hay acuerdo sobre los plazos. Los liberales, liderados por Guido Westerwelle, pretenden acometer las rebajas fiscales con la mayor celeridad posible. Por su parte, los conservadores se oponen a aplicar los recortes antes de, cuando menos, 2011. Además, más allá de la cuantía de las rebajas fiscales, los equipos negociadores deberán precisar el modo en el que deberá financiarse el recorte. Un aspecto destacado, teniendo en cuenta la delicada situación que atraviesan las cuentas públicas.
La deuda de las administraciones alemanas ha escalado hasta una cota histórica de 1,6 billones de euros -2,3 billones de dólares- y amenaza con superar los dos billones de euros hasta 2013. Una circunstancia que ha provocado no pocos roces entre los máximos responsables de los futuros socios de coalición. El mismo líder del FDP, Guido Westerwelle, llegó a amenazar el pasado sábado con abandonar las negociaciones tras unas afirmaciones del primer ministro de Baja Sajonia, Christian Wulff (CDU), en las que calificaba de "inviables" e "irresponsables" las peticiones de rebajas fiscales de los liberales.
Tijeretazo al gasto
En lo que parecen coincidir conservadores y liberales es, más allá de la cuantía final de las rebajas fiscales, en la necesidad de recortar el gasto público. Para que los números cuadren, al alivio impositivo deberá seguir, ineludiblemente, una política de austeridad que permita consolidar las cuentas públicas en los próximos ejercicios. Se calcula que el nuevo Ejecutivo deberá hacer frente, a medio plazo, a un agujero en las arcas públicas de unos 30.000 millones de euros -44.700 millones de dólares-, a los que habría que añadir la cuantía de las rebajas fiscales que se acometan finalmente.
Merkel ha descartado un programa de recortes agresivos, pero por el momento aún no hay acuerdo al respecto. Como tampoco existe sobre cómo financiar el sistema sanitario, que el próximo año registrará un déficit de 7.500 millones de euros -unos 11.250 millones de dólares-.
A día de hoy, pues, son todavía las pocas las cuestiones ya cerradas en el futuro acuerdo de coalición. El consenso se limita, de momento, a temas como política exterior o la futura ley de educación, que contempla un nuevo sistema de becas para los alumnos que destaquen. También hay acuerdo para eliminar la ley que establecía el cierre progresivo de las centrales nucleares alemanas hasta 2022.
Autor: EV/dpa/AFP/Reuters
Editora: Emilia Rojas Sasse