Domingo de manifestaciones en Colonia
31 de julio de 2016
Decenas de miles de personas salieron a manifestar en Colonia. Los unos protestaron contra el golpe militar del 15 de julio que buscaba derrocar al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y respaldaron la purga que éste ha emprendido en casi todos los ámbitos de la vida nacional de ese país para neutralizar a sus opositores. Los otros condenaron los impulsos autoritarios del “hombre fuerte” de Ankara, señalando que su “caza de brujas” atentaba contra el Estado de derecho. En Colonia también tomaron las calles quienes consideran peligroso que las tensiones políticas internas del Estado euroasiático sean transferidas a Alemania.
La multitud en Colonia era bastante heterogénea: la Policía contó a unas 40.000 personas en la concentración pro-Erdogan, convocada por la autodenominada “Plataforma por la Democracia y Contra el Golpe de Estado”, integrada por la Unión Turco-Europea de Demócratas y otras cien asociaciones civiles. Cuatro manifestaciones orquestadas por los críticos de Erdogan atrajeron a menos personas; se habla de aproximadamente 900, en este caso: activistas de izquierda kurdos y alemanes, miembros de las organizaciones juveniles de algunos partidos germanos, la formación de derecha Pro-NRW y hooligans de ultraderecha.
2.700 agentes, ocho tanques lanzadores de agua y varios vehículos blindados estuvieron presentes para evitar trifulcas entre facciones tradicionalmente enfrentadas, como los nacionalistas turcos y los izquierdistas kurdos o los alemanes ultraderechistas y sus compatriotas antifascistas. No se reportaron heridos al final de las concentraciones, pero la Policía tachó de “agresiva” la atmósfera dominante. La protesta de los grupos de derecha fueron interrumpidas antes de tiempo; las de los partidarios de Erdogan continuó. El Gobierno turco criticó el hecho de que a Erdogan no se le permitiera dirigirse desde Ankara a sus acólitos en Colonia.
El Tribunal Constitucional de Alemania prohibió proyectar en una gran pantalla un mensaje en directo del mandatario turco. En cambio, la controvertida manifestación de Pro-NRW fue autorizada, pese a los temores de la Policía de que ésta podría caldear los ánimos y generar incidentes violentos; su lema fue “Ningún homenaje a Erdogan en Alemania: ¡Alto a los autócratas islamistas del Bósforo!”. En Alemania residen cerca de tres millones de ciudadanos de origen turco y el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, instó, en declaraciones al diario “Süddeutsche Zeitung”, a no atizar el malestar de ese gran colectivo con las incidencias de la política interior de Turquía.
ERC ( AFP / Reuters )