Dopaje: justos y pecadores
7 de marzo de 2009En una sesión extraordinaria de la Comisión Antidopaje de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), celebrada este viernes, se “tomó por los cuernos” el caso ocurrido el pasado 7 de febrero, en la jornada 19 del campeonato, cuando el Hoffenheim visitó al Mönchengladbach y al final del partido Andreas Ibertsberger y Christoph Janker se presentaron con retraso a la prueba de dopaje.
Desde entonces, una sombra de la duda sobre el verdadero grado de compromiso de la Bundesliga con la lucha contra el dopaje cayó no sólo sobre el Hoffenheim, sino también sobre la Federación, cuyos mecanismos de control fueron seriamente criticados por los expertos.
Dos justos
Ibertsberger y Janker, principales responsables de la polémica, fueron eximidos de toda culpa por la Comisión encargada de evaluar su comportamiento, la cual determinó, partiendo de los resultados negativos de la prueba de orina que entregaron y de que ellos en ningún momento se negaron a suministrarla, que no había motivos suficientes para imputarles responsabilidad alguna o ampliar la investigación que se adelantó en torno a su proceder.
Su demora para ingresar al control antidopaje creó suspicacias e incluso expertos señalaron que en el tiempo de su retraso se podría haber hecho uso de “polvos” que eliminan cualquier rastro de sustancias prohibidas. En el seno de la DFB, ante la falta de pruebas, la balanza se inclinó a favor de los dos futbolistas, a quienes, de no haber sido así, por lo menos les hubiera tocado afrontar una suspensión de un año de la actividad profesional. Aunque esto se evitó, el caso está lejos de considerarse cerrado, como demuestran las otras decisiones tomadas por la Comisión Antidopaje.
Los pecadores
Sin propagarlo abiertamente, el DFB aceptó que en el partido entre el Hoffenheim y el Mönchengladbach hubo irregularidades y, por ello, con efecto inmediato suspendió de sus labores al médico encargado del control antidopaje en esa fecha, así como su asistente, quienes no podrán volver a ejercer para la Federación hasta que internamente no se aclare su papel en lo acontecido.
Para la DFB, de acuerdo a lo que se comunicó a la prensa, el galeno, con su forma de actuar, es el responsable número uno de las irregularidades: “El médico faltó a su deber al no supervisar el recorrido de los jugadores en dirección a la prueba y en lugar de eso esperarlos en la cabina de control. Además, apuntó al jugador incorrecto en la lista de la prueba, generando la confusión del veedor del club. Él tampoco llamó inmediatamente a los funcionarios del DFB para informarles de la demora de los jugadores, como lo exige el reglamento de la Federación en conformidad con el acordado entre la UEFA, la NADA (Agencia Nacional Antidopaje) y la WADA (Agencia Mundial Antidopaje)”, dice el boletín oficial.
El Hoffenheim tampoco se libró de culpa, pues será demandado, así como su delegado para asuntos de dopaje, Peter Geigle, por no haber procurado por la inmediata presentación de Ibertsberger y Janker al control, pese a conocer desde el minuto 75 del partido que se les requería.
Modificaciones
El DFB anunció que a la brevedad posible se introducirá el sistema de “carabinas” para apoyar la labor de los médicos encargados de tomar las pruebas de orina de los jugadores similar al que opera en todos los grandes torneos internacionales de la UEFA y la FIFA. Estas “acompañantes” son voluntarios que una vez suena el pitazo final de un partido recogen a los futbolistas escogidos para el control antidopaje y no se separan de ellos, ni siquiera en el baño, hasta que el médico da por concluido el procedimiento.
La Federación Alemana de Fútbol comunicó también que en un par de semanas convocará a una reunión extraordinaria, de tipo informativo, a los gerentes y delegados antidopaje de todos los clubes de primera y segunda división de la Bundesliga, en compañía de los médicos encargados de los controles, para solicitarles el estricto apego a los reglamentos y recordarles la severidad de las sanciones.