"Dos potencias que dependen la una de la otra"
19 de enero de 2011Die Welt, de Berlín: “Cuando el presidente chino, Hu Jintao, se reúna hoy con el presidente estadounidense, Barack Obama, se encontrarán dos potencias, dos culturas que saben que dependen la una de la otra y que, al mismo tiempo, son rivales. Los grandes temas de la agenda de esta cumbre no son ningún secreto de Estado. Hace tiempo que forman parte del programa de industriales, diplomáticos y militares de ambas partes. En lo que respecta a asuntos económicos, se volverá a tratar como tema central el curso del renminbi o yuan, que se mantiene estratégicamente bajo. El Congreso de los EE. UU. reprocha hace tiempo a China el hecho de que reduzca artificialmente el curso de su divisa.”
“Temas espinosos”
Corriere della Sera: “El presidente estadounidense, Barack Obama, convesará con su par chino, Hu Jintao, sobre todo acerca de problemas espinosos y controversiales: sobre la valuación de sus monedas, sobre sus respectivos arsenales armamentísticos, sobre Taiwán, Corea del Norte, la relación de China con Japón, y, tal vez, también sobre Tíbet. Quizás muchos piensen que China se ha vuelto un lastre demasiado grande para el gusto de EE. UU., y que las dos potencias, tarde o temprano, se enfrentarán en el escenario económico, cuando no político o militar. Si bien eso es posible, también es correcto recordar que las relaciones entre estos dos países nunca se parecieron a las que otros tuvieron con China en el pasado.”
“Un socio que extiende su área de influencia”
Tagesspiegel, de Berlín: “Obama y Hu apuestan a la dinámica de la interdependencia. Se permiten gestos que ambos necesitan en sus respectivos escenarios políticos internos. Los EE. UU. tratan a China con equidad. Ahora, China revaluó ligeramente su moneda, compró aviones Boeing y acciones de General Motors. Ambos expresan gentilmente exigencias más delicadas. Hu Jintao dice que el dólar no puede seguir siendo la única moneda de reserva. Y Obama espera más respeto por los derechos humanos. Pero el lema no es la contención, como ante los rusos, ya que EE. UU. no considera a China un rival agresivo, sino un socio que está extendiendo lentamente su área de influencia.”
“Progreso asociado a grado de entendimiento”
El País, de Madrid: “El progreso de ambas naciones está, sin duda, en estos momentos asociado a su grado de entendimiento. China dispone del dinero que EE UU necesita para mover su economía y Estados Unidos -y sus aliados- aporta los mercados imprescindibles para que China crezca. Por esa razón, es probable que Obama y Hu intenten aparcar algunas diferencias sobre Corea del Norte, Irán, Taiwán o la cotización de la moneda china para potenciar el conjunto de una relación que reclama un clima de duradera estabilidad. (…) En el tema monetario, aunque en las últimas semanas se ha producido una pequeña revaluación del yuan o renminbi (los dos nombres de la moneda china), el secretario del Tesoro, Tim Geithner, sigue creyendo que está artificialmente sostenido por encima de su valor para favorecer las exportaciones chinas. Algunos cálculos estiman que si China devaluara el yuan un 20% -su verdadera cotización- el déficit comercial norteamericano, que fue el año pasado de 500.000 millones de dólares, se reduciría de inmediato en más de 100.000 millones. El asunto más espinoso es el de los derechos humanos. Obama está sometido a una fuerte presión interna para plantearlo, mientras que el margen de maniobra de Pekín al respecto, como ha demostrado el trato dado a Liu Xiaobo, el disidente premio Nobel de la Paz, es muy reducido."
CP/dpa
Editora: Emilia Rojas-Sasse