Dressel: un alemán ejemplar
6 de agosto de 2007
El decreto del ejecutivo argentino del que DW-WORLD tiene copia, otorga la “Orden de Mayo al Mérito”, en el grado de Comendador al pastor de la Iglesia Evangélica Heinz Friedrich Dressel por su incansable defensa de los derechos humanos y compromiso solidario con cientos de exiliados argentinos, chilenos y de otros países.
La ceremonia se llevará a cabo en el Salón Libertador del Palacio San Martín, en Buenos Aires. Las autoridades chilenas anunciaron que durante el mismo acto entregarán a Dressel la condecoración “Bernardo O’ Higgins” en reconocimiento a su enorme solidaridad con los perseguidos del régimen de Pinochet.
Era posible rescatar a perseguidos
Ambas condecoraciones serán entregadas por el Canciller argentino Jorge Taiana y el Embajador chileno, Luis Maira Aguirre. “Este reconocimiento público al trabajo de Heinz Dressel demuestra que aún en plena dictadura militar en Argentina se podía rescatar a personas que estaban en cautiverio bajo el poder de las fuerzas armadas y policiales. Dressel logró la salida al exilio de 35 argentinos con sus respectivas familias”, dice en conversación con DW-WORLD, Esteban Cuya, coordinador de la Coalición contra la Impunidad. La organización de defensa de los derechos humanos, con sede en Nuremberg fue fundado para esclarecer los casos de desaparecidos en Argentina durante la dictadura militar de 1976 a 1983.
“Lamentablemente los diplomáticos alemanes, que se ampararon en su inmunidad diplomática, podrían haber hecho mucho para liberar a los detenidos alemanes, pero no lo hicieron. La pasividad de las autoridades alemanas ante las graves violaciones a los derechos humanos en Argentina dejó un saldo de cerca de un centenar de ciudadanos alemanes desaparecidos o asesinados por la dictadura”, advierte Cuya.
Becas para salvar vidas
El teólogo y escritor alemán asumió en 1972 la dirección de la Obra Ecuménica de Estudios (OEE), un organismo de solidaridad de la Iglesia Evangélica alemana con sede en Bochum, creada para apoyar con becas de postgrado a estudiantes provenientes de países en situación crítica. El criterio fundamental del trabajo del Comité se convirtió en salvar vidas a través de becas. El programa par los refugiados no era académico, sino uno de apoyo humanitario con el fin de evitar humillaciones, tortura y muerte. Al seleccionar a los beneficiarios no se ocuparon de la convicción política de los refugiados. Dressel sabía que en Chile y en Argentina había muchas personas en riesgo de caer en la infernal maquinaria de la represión.
Dressel, quien ahora tiene 78 años, arriesgó su vida visitando personalmente a personas en peligro en Brasil, Bolivia, Paraguay, Chile y Argentina en pleno auge de sus dictaduras. En estos países sostuvo encuentros a veces clandestinos con personas que necesitaban salir del país para salvar su vida.