El duelo Obama-Romney
6 de noviembre de 2012Los comicios presidenciales estadounidenses comenzaron en New Hampshire en la madrugada de este martes (6.11.2012) y el mundo entero sigue su desarrollo con expectación. ¿Conseguirá el demócrata Barack Obama ser reelecto como jefe del Gobierno o se convertirá el republicano Mitt Romney en el nuevo ocupante de la Casa Blanca? Se espera que el empate virtual pronosticado por los sondeos sea alterado por la votación en los “swing states”: Colorado, Florida, Iowa, Nevada, New Hampshire, Ohio, Virginia y Wisconsin.
Se conoce como “swing states” a los Estados en donde los ciudadanos no respaldan de antemano a partido alguno. De ahí que Obama haya pronunciado el último discurso de su campaña electoral en Des Moines. “He regresado para pedirles que nos ayuden a terminar lo que hemos comenzado porque Iowa es el lugar donde empezó nuestro movimiento por el cambio”, dijo el demócrata. Por su parte, Romney cerró su campaña en Manchester, New Hampshire, con las siguientes palabras: “Este miércoles comenzaremos un nuevo mañana”.
Los analistas le atribuyen una ligera ventaja a Obama en los “swing states” y anticipan que también el peculiar sistema electoral de Estados Unidos puede favorecerlo. Los ciudadanos no eligen directamente al presidente. Lo que se decide este 6 de noviembre es, ante todo, cuáles delegados integrarán el Colegio Electoral; es este gremio el que nombrará formalmente al presidente en diciembre. Cada Estado envía al Colegio Electoral un número de delegados proporcional al número de sus habitantes.
“El ganador se lo lleva todo”
California, el Estado más poblado, envía 55 delegados; Alaska, sólo tres. El Colegio Electoral está integrado por 538 miembros; un aspirante a la presidencia es nombrado ganador por mayoría absoluta cuando obtiene el voto de por lo menos 270 delegados. Este sistema electoral viene siendo criticado desde hace algunos años. Muchos creen injusto que un candidato presidencial reciba el respaldo de todos los delegados de un Estado determinado, aún cuando el margen de votos que le dio la mayoría en ese Estado es muy pequeño.
Esta práctica - regida por el principio “el ganador se lo lleva todo” - hace posible que un candidato presidencial llegue a la jefatura del Gobierno con menos votos a escala nacional que su rival, pero con más votos en el seno del Colegio Electoral. Este factor le da un toque de suspenso adicional a la jornada de sufragio, que será seguida con gran interés a escala global. También en Alemania, donde alrededor de 94.000 civiles adultos, 50.000 soldados y 15.000 funcionarios estadounidenses tienen derecho a participar en los comicios.
La importancia de las elecciones estadounidenses en Alemania se refleja también en los donativos hechos por los trabajadores de empresas germanas a las campañas electorales. Hasta finales de septiembre, los empleados del Deutsche Bank invirtieron 21.475 dólares en la campaña de Obama y 127.000 en la de Romney; los de Allianz invirtieron 5.700 dólares a favor de Obama y 27.200 a favor de Romney; los de Siemens aportaron 36.700 dólares para respaldar a Obama y 8.250 para apoyar a Romney. En Bertelsmann se benefició al candidato demócrata con 28.300 dólares; en esta compañía, el espaldarazo a Romney brilló por su ausencia.
Autor: ERC (dpa / dapd / rtr / afp / ARD)
Editor: José Ospina-Valencia