Visibilidad transgénero: lucha siempre presente
31 de marzo de 2022Hacia el año 1600, una monja aristocrática española se escapó de su convento, se vistió con ropa de hombre y decidió llamarse Antonio. Viajó a las colonias españolas en América Latina y se ganó la vida de marinero o luchando en las sangrientas batallas contra los pueblos indígenas. En un interrogatorio, después de un tiroteo en la actual Perú, reveló su verdadero nombre: Catalina de Erauso, conocida como la Monja Alférez. La historia de Antonio se propagó por todas partes y se convirtió en una leyenda.
Antonio de Erauso, un modelo a seguir
"Aunque la idea de identidad trans no existía en su época, vemos en Antonio de Erauso a una persona transgénero desde nuestra perspectiva actual”, explica el dúo artístico Cabello/Carceller (Helena Cabello y Ana Carceller) en entrevista con DW. En Bilbao, cerca del lugar de origen de Erauso, muestra su exposición "Una voz para Erauso. Epílogo para un tiempo trans".
El personaje real e histórico es el tema central de su proyecto, en el que el dúo ha estado trabajando e investigando durante tres años. "Con la ayuda de una videoinstalación, fotografías y documentos históricos, nos introducimos en la historia y retrocedemos en el tiempo, mostramos que estábamos mucho más familiarizados con los temas de género en el pasado de lo que pensamos". La percepción de Erauso es casi siempre la de una persona femenina, a menudo lesbiana. Pero la gente a menudo ignoraba su identidad como hombre, "aunque toda su vida usó ropa de hombre, insistió en que lo trataran como tal y murió con el nombre de Antonio".
Erauso es un ejemplo histórico de cómo el género que una persona siente que tiene puede ser diferente del que se le asigna en función de las características físicas. "En todas partes, las personas se dividen en hombres y mujeres, en función de sus cuerpos, y luego se les asignan los correspondientes roles . No hay otras formas de vida más allá de esas dos opciones", señalan. Y esta es precisamente la tarea de los próximos años: "La próxima revolución social será queer. Y el arte permite encontrar modelos a seguir como Erauso, que demuestran que el cambio es posible".
Un controvertido carácter queer
Desde la década de 1990, Cabello/Carceller han estado estudiando el significado del género. Su arte, exhibido en museos y galerías de todo el mundo, está relacionado con debates sociológicos. También en el caso de su labor sobre Erauso. "La sociedad actual a menudo no ve en nosotros, homosexuales, lesbianas o trans, a personas normales, sino a individuos con los que algo anda mal". Para ellos, lo que importa es llevar una vida sobre todo ejemplar, desde el punto de vista moral, para así compensar esa 'deficiencia'. Erauso rompe, según ambos, con la expectativa moderna: "Antonio de Erauso es una persona muy compleja y problemática, que participó en los espantosos asesinatos de indígenas sudamericanos a manos de los conquistadores españoles", dicen Cabello/Carceller. Ser queer era solo uno de los muchos aspectos de su identidad. Todas las personas LGBTIQ+ merecen ser percibidas como personas multifacéticas, sostiene el dúo artístico.
La artista Mercedes Azpilicueta es de la misma opinión. Esta argentina, que vive en Ámsterdam, exploró en su exposición "La servidumbre de las pasiones" en Londres en 2021 a Erauso y a su cambio de género, que fue posible porque vendaba sus senos y vestía ropa de hombre.
A Azpilicueta le impresiona su valentía: "Erauso dio un gran paso, lo que requirió muchos sacrificios. Como artista que trata temas queer, yo tenía que catapultar esta historia hacia el debate actual".
Identidad transgénero: se buscan modelos a seguir
Y este "debate actual" gira en torno a una gran contradicción: los países sudamericanos, como, por ejemplo, Argentina y Brasil, son pioneros en lo que respecta a los derechos LGBTIQ+. Sin embargo, el nivel de aceptación que tiene la sociedad de otros planes de vida alternativos es reducido. Las organizaciones de derechos humanos llevan años llamando la atención sobre la precaria situación en la región. En 2021 se cometió el mayor número de asesinatos jamás documentados y relacionados con la violencia hostil contra personas trans. El 70 por ciento de las 375 víctimas contabilizadas globalmente por "Transrespeto versus Transfobia en el Mundo" (TvT) murió en países sudamericanos. Y estas cifran son solo la punta del iceberg, estiman los activistas de derechos humanos.
Históricamente, la vida de muchas personas trans ha supuesto toda una lucha: quienes quisieron cambiar los roles de género estaban solos en su objetivo hasta bien entrado el siglo XX. Alex Bakker conoce de primera mano esa situación. El historiador investiga la vida de las personas transgénero holandesas y ha contado sus propias experiencias de reasignación de género en una autobiografía. "Durante mucho tiempo, muchas personas -incluyéndome a mí- pensaron que eran las únicas. No había ejemplos de personas que tuvieran los mismos sentimientos. Esas personas estuvieron solas, buscándose a sí mismas durante años”.
Personas trans, conectadas entre sí
En EE. UU., hace unos 100 años, se estableció una red en torno al médico Harry Benjamin, en la que mujeres trans estadounidenses se apoyaban mutuamente en su búsqueda de tratamientos hormonales y cirugías.
Las cartas y fotos, que los y las pacientes intercambiaron entre sí, incluso con las pequeñas comunidades de Europa, son el tema central de la exposición "TransTrans: historias transatlánticas transgénero", que se inaugura este 1 de abril en el Amerikahaus de Múnich, y en la que Bakker participa como curador. Historias de personas que tomaron las riendas de su vida.
La comunidad trans de hoy, dice Bakker, es muy diferente: "De repente estaba disponible toda la información a la que solía acceder para buscarla en bibliotecas, o esperar informes poco frecuentes de los medios. ¡Fue maravilloso!". Las personas que son trans finalmente se habían conectado entre sí.
(rmr/cp)