EcoBrick: construir con desechos
15 de marzo de 2010Una cuestión no demasiado agradable, pero importante para el medioambiente, es el destino de la aguas cloacales que, como es sabido, desembocan en las plantas depuradoras de agua, donde se procesan hasta convertirse en lodo residual. En Alemania se producen dos millones de toneladas de ese fango, de las cuales la mitad se quema en centrales eléctricas, y la otra mitad se distribuye como abono en los cultivos. Sin embargo, la agricultura usa cada vez menos barro de desecho, ya que se teme que contenga diversas sustancias tóxicas.
En Alemania, investigadores del Instituto de Técnica y Administración Ecológica de la Universidad de Witten/Herdecke experimentaron con ladrillo calcáreo, al que le agregaron lodo para así formar un nuevo tipo de material de construcción: el EcoBrick. En los estudios de laboratorio, este ladrillo ecológico parece prometedor. Pero aún está por verse si es factible su producción en masa.
De desecho al ladrillo hay un largo proceso
Todos los restos de desechos humanos e industriales, restos de comida, agua sucia, excrementos y desperdicios de todo tipo, van a parar a la depuradora, de la que salen convertidos en barro residual. Toda esta colección de despojos, sin embargo, tiene mucho que ofrecer: “El fango contiene material orgánico e inorgánico, en síntesis, arena y agua. Y lo que extraemos de allí es justamente el agua y la arena para emplearla en la fabricación de ladrillos”, explica el profesor Karl-Ulrich Rudolph, del mencionado instituto.
El científico y sus colaboradores mezclan el lodo luego de un tratamiento especial con arena y cal, y hornean con él ladrillos. Las altas temperaturas descomponen las sustancias orgánicas en minerales y gases. Los gases forman burbujas microscópicas en el ladrillo, comenta el ingeniero en Medioambiente. Es por eso que un edificio construido con EcoBricks, o ladrillos ecológicos, gastaría la mitad de energía en calefacción o refrigeración que un edificio corriente, ya que los EcoBricks son similares a los ladrillos térmicos de cemento poroso.
El súmmum de la ecología
El bloque de piedra es blanco y firme, a no ser por esos pequeños huecos interiores, formados por los gases y por los restos minerales del barro, indica el profesor Rudolph. Su procedencia no se le nota para nada. El EcoBrick no sólo ahorra material natural, sino que aísla mejor y cuesta menos.
Pareceríamos estar ante una piedra capaz de hacer maravillas. Pero no faltan los escépticos ni las críticas. “La idea es muy buena, y muchos centros de investigación se ocupan del tema, también en Japón”, cuenta el profesor Armin Melsa, experto en técnicas depurativas de la Asociación Alemana de Tratamiento de Aguas y Desechos. Sin embargo, hasta ahora nunca ha funcionado del todo. Es necesaria mucha energía calórica para convertir el barro en ladrillos, ya que primero debe evaporarse el agua. El instituto de Witten intenta solucionar ese problema secando el lodo en una primera fase, para luego mezclarlo, en forma de granulado, con el resto de materiales en crudo.
Según Armin Melsa, en el lodo residual hay más o menos cantidad de arena, haciendo que los ladrillos resulten de mayor o menor consistencia. Otro problema es la aceptación por parte del consumidor: “Es difícil explicarles a los habitantes de un edificio que viven entre paredes hechas, aunque en ínfima medida, de restos del metabolismo humano. En Japón se utilizan los EcoBricks como adoquinado”, comenta el investigador.
No conllevaría riesgos para la salud
“Claro que todo en el medioambiente está polucionado, también el lodo residual, por ejemplo, con metales pesados. Pero, si forman parte de un ladrillo, están inmovilizados y no son nocivos”, subraya Armin Melsa. El Instituto Ecológico de Witten realizará pruebas a fondo con el EcoBrick. Con ayuda de un gran reciclador de lodo residual, los investigadores y un productor de ladrillos silíceo-calcáreos construirán una instalación piloto para la producción industrial de EcoBrick. La Unión Europea destinará 3.300 millones de euros del programa de protección al medioambiente EU-LIFE al proyecto.
“Especialmente en países como Bulgaria, Rumania, Croacia y Polonia no existe una solución integral para el reciclado de lodo residual, porque es muy caro. Suponemos que allí el EcoBrick se aplicará con éxito”, opina el profesor Karl-Ulrich Rudolph.
Todo lo que está hecho en base a residuos se mira con malos ojos en un principio, opina el profesor Rudolph. “Es lo mismo que pasaba con el papel reciclado, que, en sus comienzos, era de color muy marrón y no era demasiado firme como para utilizar en una fotocopiadora. Mientras hoy ya casi ni se nota que se trata de papel reciclado. El consumidor lo compra y espera que sea de buena calidad, y hasta algo más barato”, dice.
También en los países en vías de desarrollo hay mucha demanda de materiales de construcción, ya que se construye y se renueva permanentemente. Por eso, se comprobará la resistencia del EcoBrick en climas tropicales. Una capa de piedra térmica ahorraría energía y CO2 allí donde se utiliza permanentemente aire acondicionado. Pero no es seguro si esto alcanzará para convencer a los constructores.
Autor: Matilda Jordanova-Duda/ Cristina Papaleo
Editor: José Ospina-Valencia