"EEUU tenía la obligación de mentir"
26 de septiembre de 2006
Berlín en un día caluroso de septiembre. La calle Friedrichstrasse, punto neurálgico del enfrentamiento Este - Oeste, en donde estuvo a punto de estallar la tercera conflagración mundial no podía ser mejor escenario para hacer una recapitulación de la historia y sumergirse en el mundo de sombras de los servicios secretos. Ahora, en vez de tanques se ven elegantes tiendas, cámaras vigilando imponentes edificios y guardaespaldas con cables pegados al oído.
El periodista alemán Wilfried Huismann y el ex agente especial de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) James P. Hosty presentaron el libro "Cita con la muerte" (Rendezvous mit dem Tod). Al igual que el documental transmitido por la televisión pública a principios de año, el libro aborda la interrogante que numerosos investigadores han intentado resolver a lo largo de los últimos 43 años. ¿Quién orquestó el asesinato de John F. Kennedy? Un equipo interdisciplinario de especialistas siguió las huellas del asesino material, Lee Harvey Oswald, por México, Estados Unidos y la antigua Unión Soviética.
Nerviosismo en la Casa Blanca
El autor sostiene que las investigaciones sobre el magnicidio del siglo XX fueron interrumpidas por órdenes del presidente Lyndon B. Johnson, pues temía que, de confirmarse la sospecha de que Cuba estaba detrás, sería el detonante de la Tercera Guerra Mundial. El ex- agente del FBI James Hosty, declarado admirador de Kennedy, quien interrogó a Oswald después del asesinato y estuvo a cargo de su expediente, afirma en conversación con DW-WORLD que ante una situación así el gobierno de Estados Unidos no sólo tenía el derecho, sino la obligación de mentir para salvar millones de vidas.
Huismann respalda su tesis en declaraciones de ex -agentes de los servicios secretos cubanos, funcionarios estadounidenses y en documentos hallados en los archivos secretos soviéticos, KGB. El libro no sigue al pie de la letra el guión del documental pero sí aporta más detalles de los personajes, sobre todo del asesino y también de los testigos, entre ellos, Oscar Marino, ex - agente del G-2, que sostiene que Oswald fue contratado a sueldo por los servicios secretos cubanos.
Un tema sensible a los cubanos
Desde que fue exhibido su documental, autoridades cubanas señalaron que el alemán es el instrumento en turno de la vieja conspiración contra Cuba. El diario oficial cubano, Granma, reiteró en un largo artículo que detrás del asesinato de Kennedy estuvieron fabricantes de armamento y la ultraderecha estadounidense, así como el exilio cubano en Miami.
Huismann se queja de que el gobierno cubano ejerce presión sobre algunos países para que no muestren su película. La cadena japonesa NHK, que participó en la producción de la cinta, recibió amenazas del embajador cubano. Sin embargo el periodista muestra objetividad al afirmar que dichas represalias no constituyen una prueba de la veracidad de sus investigaciones, pero si son evidencia de que ha tocado un tema delicado. El periodista subraya, empero, que en ningún momento Cuba ha rebatido seriamente las tesis centrales de su trabajo.
Lea la entrevista completa con el autor del libro y documental, Wilfried Huismann.