AfD: radicalización desde la base

Las últimas noticias sobre el partido Alternativa para Alemania (AfD) se refieren a un héroe alemán. Claus Schenk, conde de Stauffenberg y coronel de la Wehrmacht, trató de asesinar a Hitler el 20 de julio de 1944. Aunque el atentado falló, en Alemania esta acción está considerada como un acto heroico. Pero Lars Steinke, joven activista del AfD, calificó a esta figura como "traidor y enemigo del pueblo alemán”, una opinión hasta ahora solo se atrevía a defender la extrema derecha. ¿Se trata de una mera provocación táctica o es una prueba de la radicalización del AfD?

Desde septiembre de 2017, el partido es la tercera fuerza política en el Bundestag. Además, Steinke no es cualquiera, sino el presidente de la organización juvenil del partido en la Baja Sajonia. La indignación provocada por su comentario sobre Stauffenberg en Facebook llevó a la cúpula del partido a reaccionar con firmeza. La directiva regional y la federal discutirán su posible expulsión y el comité federal tendrá que determinar si su declaración fue intencionada, o simplemente una provocación calculada. Sería el segundo intento de expulsar a Steinke que, a principios de año, tuvo que responder ante la directiva por sus contactos con la extrema derecha. Steinke logró sobrevivir, al contrario que el exjefe regional del AfD, Armin Paul Hampel.

¿Por qué provocan los políticos de AfD?

Según los expertos, la predisposición a romper barreras es un deber dentro de las juventudes del partido. Pero no se trata solo de provocación, opina el politólogo Werner Patzelt. Dentro del AfD hay un sedimento sin filtrar que está subiendo a la superficie, explicó a DW. Lo que Steinke dijo sobre los autores de aquel atentado tiene cierta tradición en la Alemania de después de 1945. Este caso es, simplemente, una confirmación más de ello, explica Patzelt.

La misma opinión defiende Franziska Schreiber, que abandonó recientemente las filas de la AfD y publicó el informe "Dentro de la AfD”. Schreiber advierte de que la formación va camino de la radicalización política y pretende revisar capítulos de la historia alemana con provocaciones deliberadas. "Los dirigentes del partido están bajo mucha presión”, explicó Schreiber a DW.

¿Derecha con inercia?

Patzelt, catedrático en Dresde, capital de Sajonia y feudo de la AfD, considera lógica esta evolución. En sus inicios, el partido fue catalogado rápidamente como del espectro de derecha por la opinión publica alemana. Eso atrajo a mucha gente de derecha y de extrema derecha. "En realidad, son la masa que impulsa al AfD”, explica Patzelt. Lograron mayorías en los congresos del partido y, si quieren mantener su cargo, "tendrán que escuchar a esta gente”. Este partido funciona de forma distinta a otros partidos alemanes: "No es la directiva del partido la que determina qué decidir ante las bases, sino al revés", continúa.

La poca resonancia de los votos moderados del partido también quedó confirmada con el destino de sus anteriores presidentes. Bernd Lucke, fundador de este partido, que surgió como crítica al rescate del euro,  y su sucesora, Frauke Petry, sucumbieron ante posiciones más radicales. Según Patzelt, la fuerza de las bases surtieron efecto presionando hacia arriba. Los cargos se dejaron llevar y tuvieron que poner en boca del partido lo que dictan unas bases que cada vez están más a la derecha. Quién no lo respete, se queda afuera, explica Franziska  Schreiber.

"Partido de Pegida"

Otro indicador es la derogación de la prohibición de que la AfD coopere con la organización de corte xenófobo "Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente” (PEGIDA). La formación lleva a cabo protestas en Dresde desde 2014. Patzelt, que vivió esta escena durante años, está seguro de que los miembros del AfD incluso habrían ido a las manifestaciones si estas se hubiesen celebrado en todo el país. "AfD es el partido de PEGIDA”, aclara.

Aunque la dirección intente aparentar una postura moderada hacia afuera, como a la hora de condenar a su propia gente con el caso de la declaración sobre Stauffenberg, nadie puede determinar cuán a la derecha podría llegar el AfD. Además, todavía tiene que determinar su postura ante la iniciativa de Steve Bannon, exasesor de Trump, que aspira a colaborar con la derecha populista europa con su proyecto "El movimiento”. Aunque nadie pueda garantizar que los populismos europeos de corte nacionalista puedan agruparse en un mismo Think Tank en torno a Bannon, dice Patzelt, sí podría darse una cooperación con la AfD . Y la primavera pasada ya hubo un primer encuentro entre dos de sus líderes.

Autor: Scholz, Kay-Alexander (JAG/CP)

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