Ataques cibernéticos se intensifican
7 de octubre de 2012Según la Comisión Europea, una de cada cinco empresas en el bloque comunitario reportó haber sido blanco de ataques cibernéticos en el año 2010. El hecho de que estas agresiones digitales se hayan intensificado ha persuadido a muchas compañías de conocer sus flancos débiles para poder robustecer sus sistemas de defensa. Como muestra, un botón: los grandes bancos europeos acaban de autoexaminarse para ver qué tan bien protegidos están de los hackers. Sus servidores fueron inundados con “ataques DDoS”.
Esas son las siglas en inglés de lo que los expertos en seguridad informática denominan “ataques distribuidos de denegación de servicio”, que consisten en dirigir enormes flujos de información hacia un conjunto determinado de servidores desde varios puntos de conexión. Los servidores en cuestión se ven saturados de datos y, en consecuencia, los sistemas de ordenadores, las redes o las páginas web que dependen de esos servidores se tornan inaccesibles para sus usuarios legítimos.
Los piratas de la era informática
Los resultados de las pruebas de resistencia informática de los bancos europeos todavía no han sido publicados, pero ellos despiertan interés dentro y fuera del ámbito financiero. Aunque muchos hackers atacan a empresas por motivos políticos, otros lo hacen por dinero y el número de quienes conciben los ataques cibernéticos como modelo de negocios parece ir en aumento. “Cuando los hackers descubren el talón de Aquiles de los servidores de una empresa, proceden a chantajearla”, señala Patrick Hof.
Hof es dueño de una firma que se especializa en descubrir los puntos débiles del sistema informático de las compañías. “Muchas empresas terminan pagándole al hacker para que las deje en paz porque prevenir esos ataques sale mucho más caro”, acota Hof. Contra un ataque DDoS no se puede hacer mucho en este momento. Los hackers se infiltran en los ordenadores de muchas personas y desde ahí atacan los sitios web de una compañía, de manera simultánea y con la frecuencia que ellos quieran, explica Hof.
“Las solicitudes que los hackers hacen llegar al servidor de una empresa determinada apenas se diferencian de las que envían los clientes de esa compañía”, sostiene Hof. A las empresas les costaría mucho defenderse de los hackers. En cambio, los ataques DDoS son muy fáciles de orquestar. Después de todo, ellos no son tan complejos como para posibilitar el robo directo de dinero mediante operaciones bancarias en línea. Está por verse qué medidas de seguridad implementarán los bancos europeos cuando descubran sus propios flancos frágiles.
Autores: Anne Allmeling / Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse