El Banco de Sur nace con apoyo, pero también con retos
8 de diciembre de 2007Si causar revoluciones, inquietudes o molestias en los mercados y el sistema financiero internacional era uno de los objetivos fundamentales del Banco del Sur, que es visto por muchos como „alternativa al Fondo Monetario Internacional“, tal meta está lejos de ser alcanzada. En cambio, hay aún preguntas fundamentales sobre la operación de esta institución sudamericana.
Al menos eso se desprende de una serie de consultas realizadas por DW WORLD entre diferentes instituciones financieras y bancarias con motivo de la próxima firma del documento fundacional del Banco del Sur, en el que participan Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Venezuela, y al cual podrían incorporarse Colombia y Chile.
El FMI, tranquilo
Conny Lotze, vocera del Fondo Monetario Internacional, dijo a DW WORLD desde Washington que “los objetivos del Banco del Sur –mejorar las condiciones de vida de la población en América Latina y promover la integración regional- cuentan con todo nuestro apoyo. Siempre es bueno que fluyan más recursos a zonas del mundo en donde se requieren inversiones”.
Esto no obsta para que surjan algunas reservas en cuanto a detalles aún no definidos en la operación del Banco del Sur. “Todavía está por conocerse cómo se conformará la estructura y las políticas de esa institución. Pero percibimos que lo que ahora está en el centro de la discusión es el financiamiento al desarrollo. Desde nuestro punto de vista, esto es algo digno de tomarse en cuenta”, afirmó la portavoz del FMI.
Autonomía legítima
En Alemania, la ministra federal de Desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul, también se refirió al tema. En entrevista con el periódico alemán Tagesspiegel, la funcionaria consideró que la intención de una mayor autonomía en la promoción del desarrollo es “legítima”, pues “el sistema financiero actual presenta algunas deficiencias”.
Sin embargo, “una mayor competencia entre los bancos dedicados a la promoción del desarrollo puede conducir a que se relajen algunos estándares para el otorgamiento de fondos, en lo que se refiere a la inversión en infraestructura o medio ambiente. Esto no debería suceder bajo ninguna circunstancia”, apuntó la ministra germana.
¿Capital suficiente?
Por parte de instituciones como el Deutsche Bank tampoco parece haber mayores temores frente al surgimiento del Banco del Sur. Markus Jäger, analista de mercados del banco germano en Nueva York, aborda en charla con DW WORLD otro de los asuntos técnicos que se han cuestionado acerca de la institución sudamericana: el capital inicial, que muchos consideran insuficiente, de siete mil millones de dólares.
Sobre ello, Jäger señala que “si comparamos esta suma con el capital del Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Mundial, se trata de algo muy, muy pequeño. Pero mucho depende de los proyectos que el Banco del Sur se proponga realizar”.
La operación del Banco del Sur tampoco pondrá en jaque a los mercados internacionales. “Será más bien un fenómeno paralelo que se desarrollará sobre todo en niveles medios y bajos de gobierno. Los niveles primarios y centrales de los sectores públicos seguirán siendo terreno de acción del Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Mundial. No veo mucha competencia en un futuro cercano entre unas instituciones y otras“, considera el analista del Deutsche Bank.
Las ventajas objetivas de instituciones multinacionales como el BID o el Banco Mundial frente al Banco del Sur no solamente obedecen al monto de los capitales sino a otros factores, dice Markus Jäger: “También cuentan con mayor experiencia y con un equipo de trabajo muy capaz. Así que uno de los primeros retos consistiría también en atraer talentos, y no está claro cómo el Banco del Sur pretende afrontar esta situación”.
Harvard ya fracasó
Stefan Engelsberger, por su parte, ha defendido los intereses de inversionistas alemanes afectados por la crisis bancaria ocurrida hace algunos años en Argentina. Con conocimiento de los sistemas bancarios sudamericanos, manifiesta apoyo a la fundación del Banco del Sur.
“Los intereses y las culturas regionales y locales ganarán fuerza en la medida que cuenten con un proyecto económico que las apoye. Esto es igualmente posible en Rusia, China, India o América Latina”, dice el especialista, y se pregunta: “¿Por qué deberían los latinoamericanos inscribirse exclusivamente a la ideología de los egresados de Harvard? No tenemos más que recordar lo que sucedió con Cavallo, que ya fracasó en Argentina precisamente con estas ideas”.