COVID-19 no se propaga con los alimentos ni con sus envases
19 de febrero de 2021Una nueva investigación asegura que el COVID-19 no se transmite a través del consumo o contacto con alimentos, ni tampoco por tocar los respectivos envases alimenticios como los que se compran, por ejemplo, en un supermercado.
El nuevo estudio fue dado a conocer por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos y por el Departamento Norteamericano de Agricultura (USDA): "Nuestra confianza en la seguridad del suministro de alimentos se mantiene firme. Los consumidores deben estar seguros, tras la información científica actual y en base a un abrumador consenso científico internacional, de que es muy poco probable que los alimentos que se consumen y los envases de los mismos propaguen el coronavirus", señalaron el secretario interino del USDA, Kevin Shea, y la comisionada interina de la FDA, Janet Woodcock.
Los expertos hicieron hincapié en que el COVID-19 es una enfermedad respiratoria, que se transmite de individuo a individuo, lo que implica una diferencia de otros virus gastrointestinales o transmitidos por alimentos, como son el norovirus o la hepatitis A.
"Dado que la cantidad de partículas de virus que, teóricamente, podrían ser recogidas al tocar una superficie es muy pequeña y la cantidad necesaria para la infección por inhalación oral sería muy alta, las posibilidades de infección al tocar la superficie de los envases o comer alimentos son extremadamente bajas", agregaron los científicos.
Para concluir, y considerando los millones de casos registrados en el mundo, los expertos subrayaron que no existe ninguna evidencia epidemiológica que soporte la idea de que los alimentos o recipientes alimenticios sean una fuente de transmisión del virus. De hecho, hasta ahora no se han notificado casos de contagio por esta causa.
Según informó la revista científica The Lancet en septiembre pasado, los resultados de los primeros estudios que hablaban sobre la durabilidad del coronavirus en las superficies fueron un poco exagerados en su hipótesis.
Se cree que los investigadores utilizaron concentraciones altas del virus para determinar cuánto tiempo puede durar activo fuera del cuerpo humano. En un escenario real, como por ejemplo un supermercado o un restaurante, las probabilidades de contagio son muy bajas. Para eso, un gran número de personas tendrían que estar tosiendo en un mismo lugar específico para reproducir las cantidades analizadas en los estudios previos.
JU (europapress.es, infobae.com, cnnespanol.cnn.com)