El derecho a expresarse
7 de mayo de 2013A comienzos de 2013, no solo protagonizaba titulares en China. Cuando presentó en una gira su colección de artículos “El mundo entero lo sabe”, las autoridades censuraron su voz. A Li Chengpeng le robaron la oportunidad de dar las gracias a sus fans por su seguimiento o de seguir dialogando con ellos. En su microblog chino en Sina Weibo, una especie de Twitter chino, su comentario fue simple: “Están todos locos”. En una comparecencia para autografiar ejemplares apareció con una mordaza negra en la cara y una camiseta con el mensaje “I love you all” (“os quiero a todos”), y no dijo una sola palabra durante el evento. Muchos de sus seguidores también llevaban mordaza: la acción se convirtió en un símbolo de lucha de la juventud china por su derecho a la liberdad de opinión. El video se puede ver por Youtube.
Li Chengpeng tiene más de siete millones de seguidores en su blog. En él se dirige a los jóvenes, y estos lo veneran. En noviembre de 2012 recibió una invitación para dar una conferencia en la Universidad de Pekín, que se hizo pública en Internet de forma casi inmediata. Allí declaró que China ha olvidado su capacidad de hablar libremente, y que el país llevaba así ya varias décadas. Asimismo, dejó claro que no tenía ambición política alguna: “Lucho simplemente por conservar mi derecho a hablar y escribir”. Critica la censura y otras injusticias de forma directa e ingeniosa: “Cuando las autoridades pregonan que en nuestro país se edita el mayor número de libros y revistas, yo pienso que nuestro país es también el mayor productor de papel higiénico.”
Una nueva forma de protesta
El cuarentón Li Chengpeng no está ya entre los blogueros más jóvenes de China, pero pertenece a una nueva cultura de protesta. Ya no se trata de quejarse por injusticias generales, sino de buscar problemas concretos y hacerlos públicos. Por ejemplo, un alcalde corrupto, o autoridades responsables de fallas en un proceso de construcción. Como ocurrió en su tierra, la provicia de Sichuán, donde en mayo de 2008 casi 100.000 personas perdieron la vida tras un devastador terremoto.
Li ChengPeng vivió aquella tragedia y fue testigo de la muerte de muchos niños entre los escombros de rascacielos porque nadie podía ayudarlos sin poner su propia vida en peligro. En aquel momento le costó entender cómo en una zona propensa a terremotos alguien podía erigir casas que se podrían venir abajo al menor temblor. “Y lo que más confuso me dejó”, escribió cuatro años después en su blog, “es la pregunta de por qué todas las víctimas del 11 de septiembre de 2001 fueron identificadas, mientras nuestros niños permanecían anónimos.”
Con la imagen de estos niños en su cabeza, decidió dirigirse al área del terremoto junto con varias personas afines a sus pensamientos. Concretamente, buscaron escuelas e investigaron los materiales de su construcción. Solo uno de entre muchos de estos edificios aguantó el terremoto sin derrumbarse. Todos los profesores y niños habían sobrevivido, y provocó gran sorpresa en la prensa. Pero, tal y como Chengpeng publicó en su posterior artículo “La verdad sobre la milagrosa supervivencia de los niños y profesores de la Escuela Longhan”, la razón era que se trataba de uno de los pocos edificios de la zona construidos siguiendo el estandar de construcción de antaño.
El patriotismo tiene diferentes caras
Li Chengpeng no fue siempre un inconformista. En sus años jóvenes como locutor deportivo era en un “patriota”, en sus propias palabras. La crítica al gobierno era para él un concepto desconocido, y todo lo que provenía de occidente era dañino. Este patriotismo ciego desapareció tras los descubrimientos de Sichuán, cuando aprendió que el patriotismo significa también proteger un país y sus habitantes con su vida. Así lo escribe Li Chengpeng en su blog: “Si tuviera que escribir una autobiografía al final de mi vida, la escribiría a partir de 2008. Antes de ello, era un idiota.”
Con su fresco estilo y el coraje que demuestra al denunciar injusticias con irónicos artículos, “Big-eye-Li”, como le llaman sus amigos, ha conseguido convencer también al jurado de los BOBs 2013. El miembro del jurado Hu Yong, periodista y bloguero, es seguidor de sus acciones y su ingenioso estilo literario. Según él, sus inteligentes juegos de palabras hacen de él una figura que rompe los moldes comunes, y eso es precisamente lo que lo hace tan popular entre el público joven. El resto del jurado de los BOBs estuvo de acuerdo, y por ello decidió otorgar a Li Chengpeng y a su blog http://blog.sina.com.cn/lichengpeng el premio de DW al mejor Blog de este año.