El escándalo de espionaje afecta a la credibilidad de Merkel
6 de mayo de 2015La mayoría de alemanes ven la credibilidad de la canciller Angela Merkel amenazada por el escándalo que desató la presunta cooperación de los servicios secretos del país con el espionaje estadounidense en Europa, según un sondeo publicado hoy. Un 62 por ciento de los votantes consultados por el instituto Insa para el diario "Bild" ve la credibilidad de Merkel en peligro, frente a un 18 por ciento que opina lo contrario.
Dos importantes ministros del gobierno de Merkel, el de Interior, Thomas de Maizière, y de la Cancillería, Peter Altmaier, comparecieron ante la comisión de secretos oficiales por la supuesta captura de datos por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense con ayuda del servicio federal de Información alemán (BND).
Líneas rojas supuestamente traspasadas
La polémica estalló a fines de abril, cuando diversos medios alemanes aseguraron que la NSA usó durante años una base de escuchas del BND para espiar a instituciones, funcionarios y empresas de Alemania, Francia, Austria y Bruselas. Unos dos mil seguimientos en total. Ambos servicios secretos habían firmado un acuerdo de cooperación en 2002 para mejorar la coordinación en la lucha antiterrorista tras los atentados del 11-S en Nueva York y Washington, pero fijando líneas rojas al parecer traspasadas, como el espionaje a empresas.
El escándalo provocó estos días roces en el seno del gobierno de Merkel, pedidos de explicaciones de socios europeos afectados y una fuerte condena de la sociedad alemana, especialmente sensible con los derechos de privacidad e indignada con el espionaje de la NSA. Uno de los miembros del gobierno más cuestionado fue De Maizière, anterior jefe de gabinete, cargo que supervisa al BND, de 2005 a 2009. Según los medios, el BND informó en 2008 al gobierno sobre las prácticas de la NSA.
Rechazo de las acusaciones
Sin embargo, el cristianodemócrata (CDU) negó las acusaciones y dio por zanjadas las dudas después de comparecer hoy a puerta cerrada ante la comisión parlamentaria de control de los servicios secretos para dar explicaciones. "Como jefe de gabinete en 2008 no supe nada de términos de búsqueda del lado estadounidense que apuntara al espionaje industrial en Alemania", dijo tras su esperada comparecencia. Según él, el gobierno rechazó las solicitudes de cooperación norteamericanas que excedían los límites legales. "Por eso no queda nada en pie de las acusaciones que se presentaron contra mí".
No está claro si las explicaciones del ministro bastarán para serenar las aguas revueltas por el escándalo. Por lo pronto, el fiscal general alemán, Harald Range, pidió al gobierno de Merkel la lista de objetivos de espionaje enviada por la NSA al BND. Incluso la propia Merkel, que en su momento fue muy crítica con el llamado "espionaje amigo" desvelado por Edward Snowden, se mostró dispuesta a comparecer ante la comisión que investiga el escándalo de la NSA. "Declararé y responderé en donde haga falta", dijo en una entrevista radiofónica.
LGC (dpa / EFE)