El feminismo en los tiempos de Merkel
16 de diciembre de 2006Cuando Emma nació, en 1977, muchos no le daban más que unos meses de vida. O, mejor dicho, un par de ediciones. Ahora está a punto de cumplir 30 años y goza de buena salud, exhibiendo una historia de logros que la llenan de orgullo. Su "mamá", Alice Schwarzer, se ha convertido en un icono, al igual que la revista en cuestión, que fue la primera en sacar a las mujeres al rincón doméstico o frívolo al que las tenían relegadas la sociedad y los medios de comunicación de la época, con sus clásicos consejos de belleza y datos hogareños.
Los tiempos cambian
Emma fue la primera revista en saltar a la brecha editorial en defensa de los derechos de las mujeres, tratándolas como seres pensantes a los que correspondía un rol igualitario en el país. Alice Schwarzer asegura que nunca se concibió como la revista del movimiento feminista, sino como "la voz de periodistas feministas". Y eso marca una diferencia, porque apunta a todo el público femenino.
Las últimas tres décadas no han pasado en vano. Baste recordar que hoy Alemania tiene por primera vez a una mujer al timón: la canciller Angela Merkel. Su gobierno ha demostrado cómo las mujeres pueden modificar positivamente la atmósfera, a juicio de Alice Schwarzer, quien sostiene: "La canciller Merkel ha impuesto un estilo de conducción completamente diferente. Un estilo en el que no marcan la pauta el temor y el poder, sino el trabajo de equipo y una forma práctica de abordar las cosas. Me parece que eso le hace bien a la política".
Los problemas de hoy
El camino, ciertamente, ha estado plagado de obstáculos. Hubo que romper tabúes y superar también más de un desencanto. Los cambios, en algunos casos, tardaron mucho en producirse. La editora de Emma recuerda, por ejemplo, que "sólo en 1996, tras 20 años de debate, se pudo promulgar la ley que penaliza la violación dentro del matrimonio". Prevalece, sin embargo, la satisfacción. "hemos alcanzado muchísimo", afirma Alice Schwarzer, agregando que nunca las mujeres habían gozado de tal grado de igualdad de derechos.
No obstante, una revista como Emma todavía tiene su razón de ser, a juicio de la periodista. Al margen de que aún hay corrientes que intentan restaurar el antiguo rol de la mujer como ama de casa, han surgido nuevos problemas y desafíos. Por ejemplo, los ideales de belleza que llevan a muchas jovencitas a caer en las garras de la anorexia o la bulimia, o los parámetros que intenta imponer el fundamentalismo islámico a las mujeres, que también afectan a las musulmanas que viven en Alemania.