El futuro del automóvil está en Bolivia
24 de junio de 2009Un precio del petróleo de más de 140 dólares por barril en el verano de 2008 hizo sonar todas las alarmas. Desde hace tiempo se sabe que los combustibles fósiles, además de dañinos para el medio ambiente, van a escasear en el futuro. La crisis de hace un año convenció al más escéptico: el futuro pertenece a los automóviles eléctricos.
Para funcionar fiable y económicamente, los motores híbridos (gasolina y electricidad) y los eléctricos requieren de potentes baterías. Y las baterías eléctricas necesitan litio. En su forma pura, el litio es un metal blando, de color blanco plata, que se oxida rápidamente al aire o en el agua.
El litio se encuentra disperso en ciertas rocas, pero nunca libre, dada su gran reactividad. Se encuentra en pequeña proporción en rocas volcánicas y sales naturales, como en el Salar de Uyuni y también en el Salar de Atacama, en Chile. Explotarlo económicamente no es nada fácil.
Grupos económicos de Japón, Corea del Sur y Europa hacen cola ya en Bolivia para acceder al litio del Salar de Uyuni, a 3.600 metros de altura, donde se suponen los más ricos yacimientos de litio del mundo.
La carrera del litio
Pero Evo Morales, el presidente boliviano, quiere evitar que las ganancias de la explotación del mineral vayan a parar sólo a los bolsillos de grupo extranjeros. Por otro lado, al país le faltan la tecnología, los conocimientos y el capital necesarios para explotar solo los yacimientos. Será un delicado acto de equilibrio. Bolivia quiere obtener el mejor precio posible por la materia prima del futuro.
Ya hay ofertas de cooperación de tres grupos económicos: Mitsubishi, Sumitomo y Bolloré. Pero no se ha firmado contrato alguno. Por ahora sólo se da una cooperación voluntaria. Pero está claro que las tres empresas quieren cerrar contratos lo antes posible con el Gobierno. También el gigante surcoreano LG Chem está interesado.
Mitsubishi es uno de los mayores grupos económicos de Japón. Posee también numerosas filiales y cooperaciones que no llevan su nombre. Por ejemplo unas 30 subempresas de Mitsubishi son parte de la Space Communications Corporation, el operador japonés de satélites de telecomunicaciones.
El grupo Sumitono, también japonés, está conformado por unas dos docenas de empresas en las más variadas ramas económicas, desde químicas y eléctricas, pasando por un banco, hasta de construcción de automóviles.
Bolloré es un grupo francés, con una facturación anual de unos 5.400 millones de euros y más de 33.000 empleados en todo el mundo. Entre sus áreas de actividades se cuentan la industria petrolera, la del papel y la logística. Junto con Électricité de France (20 %), Bolleré (80 %) creó la empresa BatScap, que desarrolla baterías de litio-polímeros y planea fabricar autos eléctricos. El primer proyecto de coche eléctrico es el Bluecar.
Alemania: “el mejor electroauto del mundo”
En Alemania se invertirán en los próximos años hasta 30 millones de euros en la investigación de modernas baterías de iones de litio. El propio ministerio de Investigación aportará 10 millones, mientras que el de Transporte aportará otros 10 a 15 millones. “Queremos que los mejores electroautos provengan de Alemania”, ha dicho Annette Schavan, la ministra de Investigación.
La inyección financiera fue para la Universidad de Ulm y el Centro de Investigación del Sol y el Hidrógeno. En Alemania es estima que la primera generación de baterías de iones de litio saldrá al mercado en 2011. Se calcula que hasta el 2015 circularán en Alemania un millón de vehículos con motor eléctrico.
Gobierno espera propuestas concretas
La posición negociadora del Gobierno boliviano es fuerte. El Gobierno boliviano ha declarado al Proyecto Litio de competencia presidencial y espera propuestas concretas de las empresas interesadas. Los medios locales lo apoyan en toda la línea. “Bolivia en la mira de las transnacionales de la industria automotriz” tituló a toda portada recientemente el semanario boliviano La Época.
Todo parece indicar que en sus visitas recientes a Francia y Rusia, Morales trató también el tema de la cooperación bilateral para la explotación del mineral.
“Bolivia aspira a industrializar el litio con socios hasta el 2015”, afirmó el diario “La Razón”, también de La Paz. A ese medio, el director general del Ministerio de Minería de Bolivia, Freddy Beltrán, dijo que “el Estado boliviano quiere tener una fábrica para la producción de litio bajo dirección propia”.
Las reservas son estimadas por la Dirección de Recursos Evaporíticos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) en a 350 millones de toneladas, de las cuales se pueden extraer 140 millones. A un precio de 3.000 dólares por toneladas, se trata de un volumen de negocios, sólo por la extracción y venta del mineral, de 429 mil millones de dólares.
Planta piloto
La obtención de litio exige, sin embargo, muchos conocimientos, inversiones y tiempo. En el Salar de Uyuni, el mineral se halla debajo de una dura capa de sal. Para extraerlo hay que sacar primero tajadas de suelo, luego licuarlas y construir una red de tuberías para transportarlo.
Para analizar las posibilidades de exportar el mineral, el Gobierno aprobó una inversión de seis millones de dólares en una planta piloto, que comenzará a producir experimentalmente carbonato de litio en 2010.
En la planta piloto se ensayarán diferentes procesos de producción, que actualmente son investigados en Bolivia y en Japón. La idea es dejar de ser productor sólo de materia prima y agregar valor al producto, por ejemplo, fabricando baterías para vehículos, entre otros productos.
Se prevé que a partir de 2014 el país estaría listo en todo caso para exportar el carbonato de litio y buscar un socio para la industrialización. Ante la situación de no conseguir socios concretos, el Ejecutivo no ha descartado realizar solo la explotación. Sin embargo, es consciente de que necesitará apoyo: “Necesitamos la tecnología para fabricar baterías y nosotros estamos atrasados años luz en esto, es por eso que necesitamos un socio”, subrayó Beltrán en medios bolivianos.
Según Adalid Cabrera Lemuz, periodista económico del semanario “La Época”, para Bolivia comienza una era dorada: “Hace tres años el litio costaba 300 dólares la tonelada, hoy cuesta 3.000. Y la tendencia del precio es seguir al aumento. El litio puede ser un elemento clave para el desarrollo nacional”, dijo el periodista a la radio y televisión austriaca ORF. Ahora todo está en manos del gobierno boliviano.
Autor: Pablo Kummetz
Editor: José Ospina