El imperativo de la paz
20 de mayo de 2003La noticia llegada este martes desde Israel llamó la atención: el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Silwan Schalom, no descarta que su país solicite su incorporación a la Unión Europea. "Estaríamos felices si la UE nos aceptara", dijo el ministro en un encuentro con una delegación de europarlamentarios. Y su portavoz lo confirmó luego, matizando, claro está, que no se trata de una iniciativa que se vaya a emprender mañana mismo. Aun así, el gobierno considera en principio que la posibilidad existe, dado que las economías de Israel y Europa se asemejan y en ambos lugares imperan los mismos valores democráticos.
Preocupación europea
Ciertamente, son ideas muy a largo plazo que, en vista de la situación actual, parecen más bien utópicas. De facto, por el momento existe una perceptible brecha entre Israel y la Unión Europea, decepcionada por el escaso entusiasmo con que se ha recibido el plan elaborado por el "cuarteto" que integra junto a la ONU, Estados Unidos y Rusia. En el viejo continente preocupa la estrategia militar aplicada para sofocar el levantamiento palestino, y a todas luces causan molestia las críticas israelíes a la supuesta inclinación pro-palestina de los europeos. Sin ir más lejos, la semana pasada el primer ministro Ariel Sharon denegó una entrevista al coordinador de la política exterior de la UE, Javier Solana, debido a que éste se había reunido previamente con Yasser Arafat.
En Bruselas existe conciencia también de la otra cara de la medalla, que es el terrorismo palestino. Las condenas han sido todo lo categóricas que podría esperarse. Tras la última serie de atentados que enlutó a Israel -5 en sólo 2 días- el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, manifestó su "consternación y duelo", indicando que ello también le produjo "indignación" por el hecho de que "nuevamente hayan muerto personas inocentes debido a que un terrorismo criminal desea torpedear el proceso de paz".
No hay alternativa
Según Fischer, tales atentados terroristas en Israel son uno de los principales motivos por los que la Unión Europea aboga enfáticamente por la puesta en práctica del plan de paz. El jefe de la diplomacia germana subrayó que todos los integrantes del "cuarteto del Medio Oriente", y en especial Estados Unidos, deben dejar en claro que dicho plan ya no puede ser modificado mayormente.
La "ruta" trazada con la meta de la instauración final de un estado palestino, en efecto, no ofrece grandes alternativas. Pero supone que ambas partes den pasos simultáneamente, en lugar de poner condiciones previas a cualquier negociación. En el caso de los palestinos, ello implica poner fin a los golpes extremistas y llevar a los responsables a los tribunales de justicia; en el de los israelíes, acabar con una política de represalias militares y los bloqueos que están causando estragos económicos en sus adversarios. El balance que presentó anoche el enviado especial de la ONU para el Medio Oriente, el noruego Terje Roed-Larsen, habla por sí solo del imperativo de hallar una salida: desde septiembre del 2002, el conflicto ha cobrado la vida de 2.648 palestinos y 751 israelíes.