El misterio en torno a las olas gigante

Esas olas monstruosas que alcanzan hasta 40 metros de alto, llamadas por eso 'paredes blancas', han sido motivo de misterio durante años, al no saberse que provoca que se produzcan en medio del mar. Una enorme ola sacudió a un crucero noruego el viernes pasado cuando navegaba desde las islas Bahamas hasta Nueva York, con 2.500 pasajeros a bordo. Según testimonios de algunos pasajeros, la ola, que superaba los veinte metros de altura golpeó al crucero en medio de una tormenta nocturna rompiendo varias ventanas e inundando 62 cabinas de pasajeros. Cuatro pasajeros sufrieron heridas y el buque pudo llegar a puerto.

Otra experiencia con una ola monstruosa fue la que experimentaron los pasajeros del transbordador alemán Bremen en febrero de 2001. El buque fue embestido por una ola de 35 metros cuando navegaba frente a las costas argentinas con 137 turistas a bordo. Aunque no hubo víctimas mortales, el buque quedó inmovilizado durante varias horas.

Intentan descifrar el fenómeno

La Unión Europea inició en el 2000 un proyecto de investigación para descifrar el fenómeno. El proyecto Maxwave, utiliza los satélites y radares de la Agencia Espacial Europea (ESA) para recabar miles de imágenes satelitales que después son evaluadas por científicos del Centro de Investigación GKSS, cerca de Hamburgo. Dicha información ha proporcionado evidencias sobre la existencia de las llamadas "Freak Waves". Wolfgang Rosenthal, director del proyecto señala que dichas olas no son ninguna excepción. Se producen mucho más a menudo de lo que se suponía.

Tormentas y remolinos

Los expertos diferencian entre tres tipos de olas gigantes: las que se producen de manera aislada e individual. Las que aparecen en series de tres olas que se suceden entre sí, y las más temibles, las llamadas 'paredes blancas' por su posición casi vertical y desmesurada extensión a lo ancho. Sin embargo todavía no se sabe que origina las olas gigantes. Los científicos han constatado que las montañas marinas tienen lugar tras el encuentro entre olas normales y remolinos marinos, como por ejemplo, en el golfo del Atlántico norte. Otra probable causa son las tormentas de más de 12 horas de duración.