El mundo moderno según la mirada quechua
25 de marzo de 2017Según el informe de Unicef Estado de la niñez indígena en el Perú, publicado en 2010, la escolarización de los niños de 3 a 5 años cuya lengua materna es el castellano es alta –55 por ciento de la población– en comparación con la de los que hablan otros idiomas y dialectos en ese país. En el caso de los niños cuya lengua materna es indígena esa tasa es de apenas un 32 por ciento.
Si bien al llegar a la edad de escolarización primaria, el porcentaje de niños con lengua originaria escolarizados se acerca a los de habla castellana, (91 y 96 por ciento, respectivamente), son solo la población quechua y aymara las que cubren la mayor tasa, dejando a los de lengua asháninka y otras que se hablan en regiones amazónicas por debajo del nivel propuesto por el Estado en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con alrededor del 77 por ciento.
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Esta brecha aumenta a medida que crece el rango etario para la población asháninka y amazónica, en donde apenas el 34 por ciento recibe educación formal a la edad de 17 años, dificultando el acceso a una educación superior.
El poder del conocimiento
América Latina se encuentra en un momento clave donde la educación pública y gratuita se ve amenazada por la privada. Hoy en día, la mayoría de los países desarrollados ponen de manifiesto cuán importante es la formación y la producción de conocimiento para garantizarle un futuro laboral a la mayoría de los jóvenes, siendo que quienes no obtienen un título universitario difícilmente consiguen progresar dentro del mercado laboral actual.
En ese sentido, la educación es la base para cualquier trabajo y desarrollo a futuro de los individuos pero también de un país. Según el ministro de Producción de Argentina, Francisco Cabrera, los países cuyo principal rubro de exportación son las materias primas pierden autonomía e inversión frente a aquellos que apuestan fuertemente por el desarrollo científico de punta.
Además de garantizar mejores posibilidades laborales, la escolarización a edades tempranas también permite una mejor integración de los individuos en la sociedad. En Alemania esto funciona frente a los refugiados que son integrados en gran medida por intermedio del acceso a la enseñanza del idioma y las costumbres.
El arte como espacio de integración
Conoce Mi Mundo (Meet My World, en inglés) es un capítulo de la organización no gubernamental inglesa Amantani, que promueve el desarrollo e integración para niños y jóvenes quechuas del Perú. Desde 2008 propicia la educación a través del cine para erigir un puente entre el mundo indígena originario y el moderno.
Los cortometrajes que se exhibirán este 25 de marzo en el cine Babylon de Berlín fueron realizados por jóvenes quechuas de entre 12 y 17 años bajo la tutela de la documentalista peruana Cristina Patiño Sheen, quien trabajó con ellos enseñándoles técnicas cinematográficas.
Según el codirector de Amantani, Chris Palfreyman, la ONG busca la alfabetización tecnológica de estos jóvenes que viven libres de tecnología. Durante un mes, el trabajo conjunto permitió la enseñanza de competencias informáticas y el entrenamiento en nuevas tecnologías con miras a posibilitar una mayor y mejor integración.
Desde 2014, las películas rodadas se proyectan principalmente en Nueva York, Londres, Berlín y Lima, esta última con la participación de los realizadores, quienes logran completar el trabajo con una sesión de preguntas y respuestas con el público presente.
Autor: Manuel Sierra-Alonso (DZC)