El muro de Trump: ¿cemento alemán y mexicano?
23 de noviembre de 2016Los planes para construir un muro fronterizo entre México y Estados Unidos (donde no lo hay ya) por parte del presidente electo estadounidense, Donald Trump, han enfrentado críticas en uno y otro país. Pero en el mundo de los negocios son vistos como una oportunidad de crecimiento; por ejemplo, por empresas que suministran de materiales a la industria de la construcción.
Un ejemplo es el consorcio alemán HeidelbergCement (HeidelCement). El pasado 9 de noviembre, apenas definido el resultado de las elecciones en Estados Unidos, el presidente de dicha empresa, Bernd Scheifele, mencionó que "si Trump efectivamente decide la construcción del muro en la frontera con México, HeidelCement podría sacar provecho como proveedor en Texas y Arizona.” En general, la elección de Trump fue vista como algo positivo por el ejecutivo germano: puede contarse con que el nuevo gobierno estadounidense realizará mayores inversiones en infraestructura, dijo Scheifele según la revista alemana Manager Magazine.
HeidelbergCement es la cuarta empresa cementera más importante del mundo, indica el Global Cement Directory 2016. Emplea a más de 62.000 personas en 60 países. Está presente en Estados Unidos desde 1977, cuando adquirió la empresa local Lehigh Cement Company. Actualmente tiene 16 plantas de producción en territorio estadounidense y también produce asfalto, según el sitio de internet de la empresa.
Apoyo inusitado
En Alemania, el pronunciamiento de HeidelbergCement causó críticas en las redes sociales. El hecho de que las palabras de Scheifele hubieran coincidido además con el aniversario de la construcción de otro muro, el de Berlín, acentuó el tono. No obstante, voceros del consorcio declararon al portal Spiegel Online que "desde nuestro punto de vista, todo está dicho en cuanto a este tema.” El departamento de Comunicaciones de HeidelbergCement no respondió a las solicitudes de información de DW, ni por teléfono ni por escrito.
Pero este 22 de noviembre, las palabras del presidente de HeidelbergCement encontraron un aliado inusitado, precisamente en México. En entrevista con dos medios mexicanos especializados en finanzas, el director general del Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) se manifestó prácticamente en los mismos términos que Scheifele. "Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria”, afirmó Enrique Escalante, citado por el periódico El Universal.
Los hechos hacen que tal declaración no sea tan sorprendente. Al igual que HeidelbergCement, el Grupo Cementos de Chihuahua tiene gran parte de sus operaciones en Estados Unidos. La empresa mexicana opera desde 1995 en tres plantas ubicadas en Nuevo México, Dakota del Sur y Colorado. Actualmente, el negocio en Estados Unidos representa el 71 por ciento de las operaciones del Grupo Cementos Chihuahua, dijo Escalante al diario El Financiero. Desde ese punto de vista, es una empresa más estadounidense que mexicana.
Y lo será más: GCC se encuentra en una etapa de expansión en el mercado estadounidense, principalmente por la compra de activos en ese país de Cementos Mexicanos, Cemex. La operación, valuada en 306 millones de dólares, concluyó el pasado 18 de noviembre, informó el consorcio.
En medio de este proceso expansivo, Escalante dijo que Cementos de Chihuahua estaría dispuesto a vender material para la construcción del muro fronterizo porque "no podemos ser selectivos. Tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados de la frontera.” DW llamó a Chihuahua para obtener el punto de vista de la empresa, pero no fue atendida la solicitud.
HeidelbergCement y Grupo Cementos de Chihuahua parecen asumir dos realidades: si no son ellas, alguien más saldrá ganando con la construcción de los tramos fronterizos, si es que ésta se produce. Y luego, que desde el punto de vista empresarial no pueden oponerse a la construcción del llamado "muro de Trump”. Finalmente, y más allá de cualquier connotación social, es un asunto de sobrevivencia en un mercado vital para ambas.