El Papa se despide llamando a la Iglesia a dejar sus privilegios mundanos
25 de septiembre de 2011Un llamado a la Iglesia alemana a desprenderse de sus privilegios mundanos y a cumplir con mayor consecuencia su misión en el mundo, constituyó el núcleo del mensaje que pronunció el Papa en la sala de conciertos de Friburgo, en la última jornada de su visita a Alemania. Previamente, había celebrado una misa ante unos 100.000 fieles en esa ciudad, en la que llamó a mantener la unidad y la fidelidad. “La iglesia de Alemania seguirá siendo una bendición para la comunidad católica mundial si permanece unida fielmente a los sucesores de San Pedro y los apóstoles”, dijo el Pontífice ante la multitud, entre la que habían también peregrinos llegados de otros países.
A las demandas de reforma, que emanan de las bases y encuentran eco también en sectores del clero germano, Benedicto XVI respondió con la exhortación a una conversión interior. Porque, a su juicio, la crisis de la Iglesia es una crisis de la fe. “No son los enemigos externos, sino los cristianos tibios los que la amenazan”, había señalado ya en la víspera el Pontífice, en una vigilia a la que acudieron cerca de 29.000 en Friburgo.
Reformistas decepcionados
No fueron las palabras que esperaban escuchar aquellos que reclaman cambios concretos, por ejemplo en la moral sexual católica o en el papel de la mujer dentro de las estructuras eclesiásticas. De estos temas no habló directamente Benedicto XVI en Alemania. Pero no hizo falta para comprender que no es ésa la línea en que se propone avanzar este Pontífice, que se despidió con un rechazo a la secularización.
La decepción prevaleció por lo tanto en el balance de la visita papal que hizo el movimiento reformista católico alemán “Wir sind Kirche” (Nosotros somos Iglesia”). Según la organización, el apretado programa de estos cuatro días, con 17 discursos y prédicas, no dio oportunidad para el diálogo. “Muchas católicas y católicos extrañarán, de manera especialmente dolorosa, que el Papa no haya dado esperanzas para una nueva senda pastoral, por ejemplo para personas separadas y casadas en segundas nupcias”, señaló la agrupación.
Ecumenismo en la práctica
Más radical fue la reacción de “Wir sind Kirche” ante la falta de avances en materia ecuménica. “Las comunidades (católica y protestante) de Alemania deberían declarar superada esta incalificable división que ya dura casi 500 años”, indicó la organización, apuntando que “la gran mayoría de los creyentes no puede ni quiere seguir ateniéndose a los anquilosados argumentos de Roma”. Así, este grupo reformista considera que es cosa de las bases católicas hacer caso omiso, por ejemplo, de la prohibición de compartir la comunión con protestantes.
Pero todo depende, también en este caso, de color del cristal con que se mire. El hecho de que Benedicto XVI se haya reunido con la cúpula de la Iglesia evangélica (protestante) en un monasterio de Erfurt donde vivió Marín Lutero fue considerado un gesto histórico, al igual que el hecho de que el Papa alabara la búsqueda de Dios que guió al reformador. Tanto es así que el presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica alemana habló de una “rehabilitación de facto”.
Autora: Emilia Rojas
Editor: Enrique López