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El Papa urge a evitar un enfrentamiento cultural y religioso

ERS22 de diciembre de 2006

El Papa Benedicto XVI exhortó a redoblar el diálogo con el Islam, respaldando a los musulmanes que buscan la fructífera interacción entre la fe y la razón, la libertad y la religión.

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Benedicto XVI con el Muftí de Estambul, durante su visita a Turquía, en noviembre.
Benedicto XVI con el Muftí de Estambul, durante su visita a Turquía, en noviembre.Imagen: AP

El 2006 dejará grabados en la memoria los "horrores de la guerra en Tierra Santa" y el peligro de un enfrentamiento cultural y religioso. Así lo destacó el Papa Benedicto XVI en el tradicional recuento de fin de año ante la Curia Romana. De ahí se deriva su apreciación de que encontrar caminos que conduzcan a la paz se haya convertido en un desafío de máxima prioridad.

Desafíos y legados de la Ilustración

El Pontífice, que se vio convertido transitoriamente en protagonista involuntario de la pugna religioso-cultural entre Occidente y el mundo islámico a raíz de una desafortunada cita que resultó ofensiva a oídos musulmanes, sintió, por así decirlo, en carne propia la urgencia de reducir las tensiones y propiciar el entendimiento. Personalmente tuvo la oportunidad de hacerlo durante su visita a Turquía, que recordó en forma especial en su mirada retrospectiva al año que termina, porque, según subrayó, le brindó la ocasión de volver a expresar su profundo respeto por el Islam.

A juicio del Papa, los musulmanes se ven hoy enfrentados a desafíos comparables a los que planteó en su momento la Ilustración al cristianismo. Recordó que la Iglesia Católica tuvo que defenderse de una "dictadura de la razón positivista", que pretendía marginar a Dios de la vida de la comunidad y del Estado, pero también asumió los aspectos benéficos de la Ilustración, entre cuyos principales logros destacó la consagración de los derechos humanos y la libertad religiosa.

Sin ambigüedades

Benedicto XVI se manifestó solidario con todos aquellos que "sobre la base de sus convicciones musulmanas, actúan contra la violencia y a favor de una sinergia entre la fe y la razón, la religión y la libertad". Igualmente hizo hincapié en que la paz no se puede lograr sólo mediante estructuras impuestas desde fuera y subrayó que los intentos de obtenerla por medio de la fuerza sólo generan más violencia.

En esta oportunidad, las palabras del Papa no dejan margen para equívocos, como tampoco espacio para interpretaciones en lo tocante a temas como la familia y el celibato sacerdotal. En estos aspectos, Benedicto XVI responde a las expectativas de conservadurismo generadas en su día por el cardenal Ratzinger.