El río Paraná nace en Brasil y recorre Paraguay y Argentina a lo largo de 5.000 kilómetros. Es una caudalosa e importante vía fluvial, fundamental para la vida y el comercio en la región. Pero una sequía histórica en la naciente ha ocasionado la peor bajante en ocho décadas. Las consecuencias se hacen notar en el medio ambiente y en la geografía, pero también en el suministro de agua potable.