"El personalismo de Cristina Fernández se le vuelve en contra"
8 de octubre de 2013Si bien en el aspecto formal será el vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, quien quede a cargo del mando presidencial, la ausencia de Cristina Fernández de Kirchner -que según los médicos podría ser de 30 a 90 días- abre el interrogante sobre cómo se desarrollará el panorama político y económico de ese país de cara a las elecciones legislativas del 27 de octubre, y también a mediano plazo.
¿Podría la ausencia temporal de la presidenta provocar un vacío de poder? Según Mariana Llanos, analista del Instituto de Estudios Globales (GIGA), de Hamburgo, “en términos generales, se puede decir que el modelo de poder que construyó Cristina Kirchner se le vuelve ahora en contra. En situaciones difíciles es cuando se ve lo que se construyó. Me parece que el modelo que construyó la presidenta argentina es de un personalismo exacerbado, donde todo está concentrado en ella y no hay un círculo más amplio de gente de confianza, y ahora eso le empieza a pasar factura porque ella no está bien de salud. Entonces el asunto se complica.”
La polémica figura del vicepresidente
“Amado Boudou no tiene legitimación ante la población, porque hay varias demandas por corrupción en su contra que, si bien aún no están probadas, despiertan muchísimas sospechas. Por eso, Boudou no es justamente la figura que la gente quiere ver a la cabeza del poder político.” Si la recuperación de Cristina se demorase, dice Llanos, podría producirse un vacío de poder, porque se plantearía la cuestión de quién la sucedería”.
El hecho de que el poder se traspase a un vicepresidente que ha perdido legitimidad porque está muy cuestionado debido a que enfrenta seis causas por corrupción es, de por sí, problemático. “Si Boudou empezara a tomar decisiones en cuestiones complicadas, eso sería preocupante”, dice la experta. La causa más importante que enfrenta el vicepresidente argentino es aquella en la que se investiga su patrimonio. Allí se lo acusa de interesarse en la quiebra de la empresa Ciccone, que produce papel moneda, para que quedase en manos de allegados a él. También se lo investiga por supuesto enriquecimiento ilícito.
Para Llanos, la desconfianza de la población hacia Boudou, que fue el candidato que Cristina Fernández de Kirchner instaló a contrapelo de lo que quería mucha gente en el Justicialismo en ese momento, es un factor de incertidumbre en el contexto actual. “El vínculo entre Cristina y Boudou puede haberse roto, pero Boudou sigue siendo el vicepresidente. Más que la relación entre Boudou y Cristina, lo que preocupa es cómo ve la gente a Boudou. Por otro lado, la enfermedad de Cristina despierta el apoyo y la simpatía de la gente. No se sabe qué forma tomará ahora ese apoyo popular”, explica. Según Llanos, en este momento el kirchnerismo podría empezar a acentuar el culto a Cristina.
El peor escenario
Si el vicepresidente estuviera impedido de ejercer el poder, renunciara o se lo quisiera destituir porque la Justicia decide en su contra, se continuaría en la línea que determina la Constitución, es decir, le seguiría el presidente provisional del Senado, el presidente de la Cámara de Diputados y, por último, el presidente de la Corte Suprema de Justicia. “Claro que todos ellos son kirchneristas, y ese es el problema: que ellos construyeron esa línea de sucesión, juntando el poder en un grupo mínimo que está perdiendo legitimidad”, señala Llanos. “Supongo que Boudou tratará de sobrellevar el intermezzo lo mejor que pueda. Una cosa es gobernar y otra es administrar lo que otros le dejan a cargo. Seguramente irá resolviendo los asuntos más urgentes y dejará las decisiones importantes para más adelante.”
¿Fin del ciclo kirchnerista?
“En Argentina estamos al final de un ciclo, y en la etapa final de kirchnerismo”, subraya Mariana Llanos. En cuanto al panorama económico, Argentina, dice, “no está en la misma situación que en 1999, cuando finalizó la época de Menem, ni como en el 2001”. Los problemas más serios son de política económica. “Si la presidenta designara a gente capaz para que conduzca la economía, eso tendría que cambiar. Tal vez hasta haya gente que se alegre de que el proceso final se acelere. O tal vez Boudou actúe con inteligencia y cambie el equipo económico”, añade.
El factor psicológico
Las emociones puede jugar, según Mariana Llanos, también un papel clave en esta situación. Se especula, por ejemplo, con que el temor por un fracaso del kirchnerismo en las elecciones legislativas, a llevarse a cabo el 27 de octubre de 2013, podría haberle generado un cuadro de estrés a la presidenta.
De todos modos, la analista dice que “no es recomendable plantear escenarios difíciles en este momento. Claro que en todo esto hay un componente psicológico que hace que algunos incluso planteen panoramas sucesorios de cara a las elecciones presidenciales de 2015". Con respecto a las elecciones legislativas, Mariana Llanos dice que “la Argentina es un país ciclotímico, y todo depende de cómo se juegue el tema del personalismo. Faltan 15 días, todavía puede pasar de todo”.