El PP aprueba recortes y ajustes en España

El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ni siquiera estuvo presente en el pleno en el que, durante casi seis horas, se debatió el recorte de 65.000 millones de euros en un plazo de dos años y medio, el cuarto ajuste desde que llegó a La Moncloa en diciembre pasado.

Sólo el PP votó a favor de convalidar las medidas que el viernes había aprobado ya el gobierno por decreto. Entre ellas se encuentra una fuerte subida del IVA, la supresión de la paga extra a los funcionarios y una reducción de las prestaciones por desempleo en un país en el que hay más de 5,6 millones de personas sin trabajo, el 24,44 por ciento de la población activa.

Los representantes de varios partidos de la izquierda minoritaria se fueron de la cámara en el momento de la votación, como gesto de rechazo. El resto de la oposición votó en contra, con una única abstención.

"No hay dinero en las arcas públicas para pagar servicios", argumentó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al explicar los nuevos recortes. Tras los recortes que ya sufrieron meses atrás la sanidad y la educación públicas, dos de los pilares del Estado de bienestar, el ministro defendió que España necesita "reducir servicios públicos para crecer".

Presión en los mercados y la calle

Los mercados, entretanto, aumentaban su presión sobre el país, que se vio obligado a pagar intereses récord desde la introducción del euro en una subasta de deuda a dos, cinco y siete años. En el mercado secundario, la rentabilidad del bono español a diez años acabó el día por encima del temido 7 por ciento a partir del cual los expertos hablan de zona de rescate y la prima de riesgo se disparó hasta cerrar en nuevo máximo desde la llegada de la moneda única: 579 puntos básicos.

Pocas horas después de la convalidación del mayor plan de ajuste en la historia de la democracia española, los sindicatos habían convocado a los españoles a salir a la calle en más de 80 ciudades del país, con la protesta central en Madrid.

Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) están amagando con una huelga general en septiembre, la segunda de la era Rajoy, después de la que convocaron ya en marzo contra la controvertida reforma laboral del Ejecutivo. Y las manifestaciones de Este jueves se interpretan como una prueba de hasta dónde están dispuestos a llegar los españoles de cara a esa posible huelga.

Fuente: dpa

Editora: Emilia Rojas