El presidente Bush inicia gira por Europa
20 de febrero de 2005El viaje de Bush ha creado gran expectación en Europa. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, espera inaugurar una nueva fase de cooperación con sus aliados europeos en menos de una semana.
A partir del lunes comenzará un apretado programa en Bruselas. Bush se entrevistará con el primer ministro belga, Guy Verhofstadt y el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer. Su primera jornada finalizará con una cena de trabajo con el presidente francés, Jacques Chirac.
El martes, el presidente de EEUU abrirá la jornada con sus principales aliados europeos. Desayunará con el primer ministro británico, Tony Blair, y se entrevistará con el italiano, Silvio Berlusconi. También mantendrá una primera entrevista con el nuevo presidente ucraniano, Víctor Yúschenko.
El martes será también el día de las cumbres, la primera con los países de la OTAN y la segunda con la Unión Europea.
El miércoles el presidente estadounidense cambiará de escenario y viajará a Maguncia en Alemania donde se reunirá con el canciller alemán, Gerhard Schröder.
Antes de partir de regreso a EEUU celebrará una cumbre con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Muchos obstáculos por superar
Cinco días para solucionar diferencias y unir posturas: la inestabilidad en Irak, el conflicto árabe-israelí, el programa nuclear iraní, el futuro papel de la OTAN y el comercio son algunos de los temas de interés común.
Aún cuando la maleta de viaje del presidente Bush venga cargada de buenas intenciones y de que los líderes europeos aplaudan la disposición de diálogo de su homólogo estadounidense, las negociaciones no serán fáciles.
Muchos serán los obstáculos a superar en el camino al nuevo capítulo de cooperación. Es poco probable que la exhortación de Bush a que sus aliados europeos reduzcan las barreras comerciales ponga fin a uno de los principales escollos en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio. Después de todo también los europeos demandan de EEUU un recorte de sus subsidios agrícolas.
Los planes de la Unión Europea de levantar el embargo de armamentos contra China quince años después de la masacre de Tiananmen, también podría resultar en manzana de discordia, pues el Gobierno de Bush se opone a tal medida debido a la situación de los derechos humanos en China.
La visita de sólo medio día que hará el presidente Bush a Alemania también podría resultar tensa, tomando en cuenta las más recientes declaraciones del canciller alemán Gerhard Schröder sobre el futuro papel de la OTAN. Schröder sostiene que la OTAN ha dejado de ser la sede en la que los socios transatlánticos deben consultar y coordinar sus propuestas estratégicas. Una declaración que ha causado estupor en Washington.
Y finalmente el encuentro con Vladímir Putin. Estados Unidos ha expresado su preocupación por lo que considera un retroceso democrático en Rusia, así como por el apoyo de Moscú al programa nuclear iraní, sin olvidar las fricciones sobre las elecciones presidenciales ucranianas, que se repitieron tras las acusaciones de fraude por parte de EEUU, y que dieron finalmente como triunfador a Yúschenko, quien no era precisamente el candidato preferido del Kremlin.
Nada de miel sobre hojuelas
Cientos de personas, incluidos partidos de gobierno, protestarán en contra de la visita del presidente Bush. Ya en vísperas de su llegada a Bruselas centenares de personas participaron en manifestaciones contra la política belicista, la no suscripción del Protocolo de Kyoto y el no reconocimiento de la Corte Penal Internacional por parte de EEUU.
Estos son sólo algunos de los temas que harán reunirse a muchos manifestantes frente a las embajadas de EEUU en Europa durante los próximos cinco días.