Limpiar es un trabajo, para otros es una aburrida obligación y para otros incluso una tarea que tiene algo de meditación. Sin embargo, para Irmela Mensah-Schramm, de 70 años, es un deber moral. Y es que se dedica a eliminar consignas nazis de los espacios públicos. Armada con detergente y cuchillas raspa las calcomanías nazis que encuentra pegadas en las farolas y pinta encima de los grafitis de las paredes, lo que le ha valido una denuncia por vandalismo. Hace años que Irmela se dedica a esta tarea, pero ahora ha dado un paso más y participa en manifestaciones y sentadas contra marchas de la extrema derecha, a veces acompañada por antifascistas de izquierdas. ¿Le traerá ello nuevos problemas con la ley? Acompañamos a Irmela Mensah-Schramm en sus patrullas de limpia y en una manifestación en Berlín contra el llamado "movimiento identitario".