El bar de la esquina, el kiosco o la tienda junto a la puerta de casa: para muchos alemanes estos lugares representan una ampliación de su propio salón. Son puntos de encuentro entre el trabajo y el hogar y cada vez se están haciendo más importantes en Alemania. La soledad que sufren cada vez más personas en Alemania, la tensión y la división en la sociedad hacen que estos lugares sean necesarios. ¿Cómo ayudan estos puntos de encuentro a cohesionar la sociedad? y ¿qué retos afrontan estos sitios? Nuestras reporteras Jana Oertel y Bettina Stehkämper han visitado el Berlín más auténtico, la cuenca del Ruhr y Wechmar en Turingia, donde un grupo de voluntarios ha rescatado el bar del pueblo y consiguen reunir a sus habitantes al menos una noche al mes.