El Salvador tiene la legislación sobre aborto más restrictiva de América, con penas de hasta 50 años. Pero el caso de Beatriz, una joven muy pobre que tenía un embarazo de alto riesgo, fue llevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esto abre una oportunidad para sentar precedente sobre los derechos reproductivos en la región.