El sentido de conmemorar el Holocausto
27 de enero de 2006
La fecha en que las fuerzas aliadas liberaron a los prisioneros del campo de concentración de Auschwitz se convirtió en Alemania hace diez años en el día de conmemoración de las víctimas del nacionalsocialismo. El año pasado, una resolución de Naciones Unidas la convirtió en el "Día del Holocausto". Las recientes declaraciones del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad en cuanto a que el Holocausto es sólo un mito y el caldeado ánimo en el mundo islámico en contra de Israel hacen de lo que podría pasar por un día conmemorativo más, una fecha clave.
El que la asociación de periodistas islámicos de Irán organice una conferencia internacional para analizar toda evidencia científica sobre la que se apoya el holocausto causa estupor en círculos intelectuales alemanes y europeos, y echa leña al fuego en el que se cocinan las ideas del movimiento neo-nazi alemán. Para Alemania, que persigue claramente una elaboración del más oscuro y vergonzante capítulo de su historia, la asistencia de cualquier alemán a una conferencia que lo ponga en tela de juicio es inaceptable. E ilegal.
Negar Auschwitz es ilegal
En 1985 el Bundestag aprobó una resolución por la cual se pena la negación pública del exterminio de millones de judíos bajo el régimen nacionalsocialista. En 1994, esta ley fue reforzada: privación de la libertad de hasta cinco años y/o multa es la pena en Alemania por favorecer, restar importancia o negar públicamente el genocidio perpetrado a los judíos.
No es de admirar, entonces, que a Horst Mahler, conocido abogado de extrema derecha, las autoridades germanas le hayan retirado el pasaporte, impidiéndole asistir a la conferencia en Teherán. Su presencia ahí "pondría en peligro los intereses internacionales de Alemania, daña su imagen y hiere la idea de la comprensión entre los pueblos", fue la argumentación de las autoridades en Brandeburgo.
Discurso en la ONU
Por su parte, el secretario General de la ONU, Kofi Annan, pidió al mundo que increpe a todos aquellos que cuestionan la existencia de esta tragedia. "La negación del Holocausto es obra de los fanáticos. Debemos rechazar sus falsos comentarios cuando sea y dondequiera que sean expresados", dijo Annan en su discurso conmemorativo, haciendo clara alusión a las convulsivas declaraciones del líder iraní.
¿Por qué tardaron medio siglo?
Aunque desde que tropas soviéticas liberaron Auschwitz hace 61 años las terribles imágenes de este campo de concentración dan la vuelta al mundo y no dejan de provocar horror, Alemania se tardó cincuenta y Naciones Unidas 60 años en dedicar un día a su conmemoración.
Catedráticos y expertos en historia contemporánea explican la tardanza, como la elaboración de un trauma. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial la vergüenza y la culpa eran tan grandes que, si bien no se negaba, nadie se sentía en condiciones de hablar de ello, menos públicamente. Fue el movimiento estudiantil de fines de los sesenta el que exigió a la generación anterior que hablara acerca de su pasado nazi.
La serie norteamericana Holocausto aportó a la ventilación del tema, opina Wolfgang Benz, historiador especializado en antisemitismo, puntualizando: "de pronto, se empezó a emocionalizar el tema. La gente empezó a entender que se trataba de seres concretos y no de un cifra abstracta de seis millones".
La sociedad europea estaba traumatizada después de la guerra, "se encontraba en una crisis de identidad religiosa y política", explica por su parte Edna Broche, directora de la Antigua Sinagoga de Essen, quien ve en un día conmemorativo un mecanismo para la elaboración de un hecho que no se puede borrar. Pero sobre todo que no se debe negar.