El SIDA sigue matando
1 de diciembre de 2005Este año las cifras del SIDA-VIH alcanzan un nuevo y macabro récord. Y no sólo en el Tercer Mundo. En Francia, el Ministerio de Sanidad contabiliza más de 100.000 infectados. Los casos de SIDA aumentan en Gran Bretaña, llegando a la cifra de los 58.000. Portugal se encuentra entre los países con más enfermos de la UE. España ni siquiera ha presentado sus datos a la Comisión Europea. Y en Alemania, los expertos advierten de la escalada peligrosa de una enfermedad, pasada de moda a principios del siglo XXI.
Pese a que el continente más devastado sigue siendo África, y a que la situación en los países industrializados es difícilmente comparable con la tragedia que se vive en otras zonas del planeta, lo cierto es que nadie puede sentirse vacunado contra el SIDA.
La enfermedad gana terreno
"Ayuda contra el SIDA", la organización en la que trabaja Heidi Eichenbrenner, se encuentra en la ciudad alemana de Colonia. "En Colonia tenemos entre 2.000 y 2.500 infectados de SIDA. Nuestra organización atiende de 300 a 500 enfermos regularmente", explica Eichenbrenner.
Con las vistas puestas en el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, que se celebra todos los uno de diciembre, el Instituto Robert Koch de Alemania publicó un informe en el que se alertaba del aumento de los casos de SIDA en el país. Durante 2005, se infectaron en Alemania unas 2600 personas con el virus.
"Hace años que venimos observando esta evolución", dice Eichenbrenner. Alemania es un país que recibe muchos inmigrantes. Desde África y Europa de Este, algunos transportan consigo el virus. Pero Eichenbrenner apunta también a una relajación social en torno al tema SIDA.
Diez años: del impacto al olvido
"Hace diez años aparecieron las primeras imágenes impactantes sobre el SIDA, que causaron convulsión. Se hablaba del SIDA en todas partes. Los gobiernos pusieron en marcha todo tipo de campañas informativas. Hoy eso en parte ha desaparecido, y mucha gente sabe demasiado poco sobre la enfermedad. Hay quien piensa, por ejemplo, que existen medicamentos que curan el SIDA. Eso no es cierto: hay combinados que alargan la vida del enfermo, pero el SIDA no tiene cura", cometa Eichenbrenner.
Mientras el presidente francés, Jacques Chirac, propone colgar distribuidores de preservativos, a 20 céntimos la unidad, en las escuelas del país galo, Eichenbrenner recuerda que los chicos no sólo deben saber dónde comprar condones, sino también cómo y por qué usarlos. "Cada generación que crece debe ser informada de nuevo. Hay que hablar sobre el SIDA en las escuelas, pero principalmente en los medios de comunicación, en los cines, en la televisión", dice Eichenbrenner.
Homosexualidad: la tristeza de las cifras
El SIDA no entiende de razas, religiones, nacionalidades o capas sociales. Pero un grupo se ve, según muestran las estadísticas, especialmente afectado por el SIDA: los homosexuales. Según el Instituto Robert Koch, de los 49.000 enfermos se SIDA que hay en Alemania, 31.000 son homosexuales.
"Es una cuestión que me preocupa", confiesa Eichenbrenner, "lo que sucede es que cuando aumentan los casos en un determinado grupo, esos casos generan más casos y la cifra inevitablemente va a más", y propone informar "sobre el terreno". "Hay que ir a los bares, las saunas y todos los lugares en los que uno puede encontrar directamente al público al que desea concienciar".
Nuevo mundo de las relaciones sexuales
La información vía Internet es, en opinión de Eichenbrenner, fundamental. "Hoy en día muchas parejas se conocen a través de Internet. Cuando han chateado un par de veces se establece una cierta confianza, que hace bajar la guardia a la hora de protegerse contra posibles enfermedades de transmisión sexual, y sobre el SIDA no se suele preguntar", dice Eichenbrenner.
Por otra parte, un estudio publicado en Inglaterra revela que el aumento de los divorcios, el turismo sexual y de las mujeres que se dedican a la prostitución, han duplicado el número de hombres en el país que pagan por mantener relaciones sexuales. Sin embargo, sólo una quinta parte de esos hombres acuden a centros de salud a hacerse revisiones o han solicitado las pruebas del SIDA.
Una enfermedad difícil
"El SIDA es una enfermedad muy difícil. El virus muta tantas veces que los científicos aún no han conseguido dar con un medicamento que frene todas sus posibles variaciones. A nivel social, muchos saben que el SIDA existe y son superficialmente solidarios. Pero no es fácil vivir con la enfermedad. Encontrar pareja es sumamente complicado, a lo que se le unen depresiones y miedos ante el futuro", explica Eichenbrenner.
De sobra es sabido que la paciencia de los seres humanos no da para dramas largos. Lo que ya se conoce y ha sido repetido hasta la saciedad deja de merecer la solidaridad, y mucho menos la atención, de los conciudadanos del mundo. "El Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA sirve para recordarnos que cada día del año es día mundial de la lucha contra el SIDA, porque los enfermos de SIDA conviven con el virus 365 días al año", conlcuye Eichenbrenner.