El silencioso éxito de Finlandia ante el COVID-19
4 de noviembre de 2020Mientras la mayoría de los países europeos endurecen las medidas para frenar una nueva ola de coronavirus, para desesperación de muchos sectores de la población, en Finlandia la tasa de infecciones cae y los habitantes apoyan ampliamente las restricciones.
Eclipsado por su vecino sueco que ha captado la atención del mundo por su estrategia de no confinar ni imponer medidas coercitivas, el país nórdico ha logrado discretamente mantener los niveles de infección cinco veces por debajo de la media de la Unión Europea, así como una tasa de letalidad de las más bajas del continente.
En las últimas dos semanas, Finlandia ha registrado 45,7 nuevos casos por 100.000 habitantes, la tasa más baja de la UE, según la OMS. El país es el único donde se han reducido las nuevas infecciones en comparación con dos semanas atrás.
"El pico ha pasado"
"La situación parecía preocupante cuando aumentaron rápidamente las infecciones" a principios de octubre, reconoce el epidemiólogo jefe Mika Salminen, "pero está claro que el pico ha pasado".
Una situación que las autoridades sanitarias explican por la acción rápida del gobierno que instauró un semiconfinamiento en marzo y prohibió los desplazamientos desde y hacia la capital. Una vez desmanteladas estas medidas, las autoridades hicieron hincapié en el establecimiento de sistemas eficaces de diagnóstico y trazabilidad con una aplicación.
Dicha aplicación se utiliza actualmente en todo el país, donde ha sido descargada unos 2,5 millones de veces, en un país con 5,5 millones de habitantes, eludiendo los problemas de confidencialidad o de funcionamiento frecuentes en otros países de Europa.
Tranquilidad en el confinamiento
En un país donde las autoridades gozan de un alto nivel de confianza, los finlandeses se han sumado mayoritariamente a las reglas.
Según un estudio del Parlamento Europeo realizado a finales de octubre, cerca de un cuarto de los habitantes estiman incluso que el confinamiento ha mejorado sus vidas, lo que convierte a Finlandia en el país más positivo de Europa con las restricciones.
Un entusiasmo que se explica sobre todo por la facilidad para trabajar en una sociedad altamente digitalizada.
El carácter de los finlandeses, a menudo vistos como reservados y solitarios, también ha influido. "En la cultura finlandesa, no somos muy sociables (...) nos gusta estar solos y un poco aislados", explica a la AFP Nelli Hankonen, profesora de psicología social de la Universidad de Helsinki. (AFP)