“El socialismo en América Latina ha fracasado”
18 de diciembre de 2015“El pueblo venezolano ha alzado la voz. No tiene miedo a pesar de las amenazas del régimen”, dijo usted satisfecha en su comunicado de prensa después de las elecciones parlamentarias en Venezuela. ¿Puede ampliar su comentario?
A mí el resultado me parece una victoria porque la oposición ganó a pesar de un persecución total, de tantos presos políticos e incluso de un asesinato que aún no se ha esclarecido. Me parece de verdad un aire nuevo y me encanta.
Pero todavía no hemos llegado. Con mi experiencia de la República Checa, donde pasamos de un régimen totalitario comunista a una democracia, entiendo muy bien que es un proceso a largo plazo. Tenemos una primera victoria pero hay que seguir adelante. Ahí me parece que Venezuela va a necesitar un apoyo fuerte de la UE.
Como en Venezuela, en Argentina también se ha votado a favor del cambio. Ambos son países fuertes del eje de gobiernos de izquierda en América Latina. ¿Cómo ve usted, desde el Parlamento Europeo, el impacto a nivel regional?
Tanto en Venezuela como en Argentina, los resultados son el carnet de notas para el socialismo en América Latina. El régimen de socialismo en América Latina ha fracasado. Es un rechazo a este proyecto. La gente se levantó, sobre todo, por el abuso de poder. La economía es el otro gran motivo: es una llamada para transformar esos países hacia un libre comercio.
No obstante, tanto Venezuela como Argentina han presentado índices sociales positivos...
Lo que ha fracasado es ese socialismo antiguo de América Latina; los partidos socialistas han perdido el momento de transformarse. No es que como tal vaya a desaparecer del mapa. Pero van a tardar mucho en darse cuenta de los cambios que necesita la sociedad, van tardarse en escuchar más a la gente. Ése es su mayor fracaso.
Tanto Venezuela como Argentina han sido economías proteccionistas. ¿Cree que este proteccionismo va a acabar con estos cambios políticos? Si así fuera, ¿va a redundar en el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea?
Espero que sí. Pero, ¿qué es proteccionismo? En la UE tenemos 28 Estados miembros. Algunos son más abiertos, como los del norte. Luego tenemos a Francia e Italia que son un poco más proteccionistas. Por eso, no querría decir que Argentina y Venezuela se tengan que abrir absolutamente. Van a ser países que tendrán que cambiar un poco su sistema económico. Lo tendremos que tener en cuenta cuando discutamos nuestras relaciones de comercio.
En repetidas ocasiones usted se ha pronunciado en defensa de los derechos humanos en América Latina. ¿Qué es lo que más le inquieta?
A mí me preocupa que Venezuela sea el país que más viola los derechos humanos en América Latina; pero también hay otros que preocupan, como Ecuador, con problemas con sus organizaciones no gubernamentales. Con Venezuela, el punto clave para la UE es la liberación de los presos políticos. Nuestra respuesta seguirá siendo el apoyo a la sociedad civil. Para mí ésa es la respuesta. Si tenemos países como Nicaragua y Ecuador -en donde la gente todavía no se ha pronunciado a favor de una democracia- tenemos que apoyar a la sociedad civil.
Algunos critican el apoyo internacional a las organizaciones de la sociedad civil, tildándolo de injerencia. ¿Usted cómo lo ve?
Basándome en la experiencia de República Checa puedo decir que eso es lo único que puede ayudar al ejercicio democrático en un país. Que tengamos proyectos, que trabajemos con la sociedad civil, que no tengan miedo de pronunciarse… No se trata de exportar nuestro sistema, tampoco influir en el suyo. Pero sí queremos, con proyectos, apoyar sus propias fuerzas en toda América Latina para evitar que lleguemos a situaciones como la de Venezuela.