El viento paga la deuda
2 de junio de 2004El grupo de empresas CAPEX S.A., dedicado sobre todo a la explotación de petróleo y gas, quiere comenzar a exportar hidrógeno líquido, que obtendría a partir de los vientos gélidos y las aguas de río de la Patagonia. La energía generada por molinos de viento permitiría disociar el abundante agua fluvial patagónica en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno líquido se exportaría luego en barcos cisterna hacia todo el mundo y, en un futuro no tan lejano, serviría para calentar hogares en Alemania o hacer marchar autos en Japón.
“Queremos producir una energía absolutamente limpia, que proteja al clima de los gases de invernadero y que ofrezca una alternativa duradera a la combustión de carburantes fósiles”, dice Enrique Götz, presidente de CAPEX. En diez o veinte años se irán agotando las reservas petrolíferas y obtener petróleo será cada vez más costoso. Lo mismo sucederá, diez años más tarde, con los yacimientos de gas natural. “La matriz energética global se transformará inevitablemente. Tenemos que empezar a desarrollar alternativas cuanto antes”, advierte Götz. El empresario es además miembro del consejo directivo del World Wildlife Fund en Argentina y trabaja desde hace tiempo por la protección del medio ambiente.
La fuerza del viento
En casi ninguna región del mundo el viento sopla tan fuerte, parejo y siempre de la misma dirección como en la estepa patagónica. Por eso hace mucho ya que científicos comenzaron a evaluar el potencial de la Patagonia para producir hidrógeno, valiéndose de la energía eólica. Hasta el momento la tecnología para generar hidrógeno resultaba demasiado cara. Pero, en vista de los actuales precios récord del petróleo, “los costos ya no resultan desmedidos”, explica Sergio Raballo, gerente de CAPEX.
En una superficie de 80 kilómetros de largo y 20 kilómetros de ancho se erigiría un enorme parque eólico, que contaría con una capacidad energética de 16.100 megavatios, más del total de la capacidad de corriente eólica instalada en Alemania a fines del 2003. El rendimiento energético del hidrógeno producido de este modo cubriría el 5,6 por ciento del consumo total de energía en Alemania durante el año 2001, calcula Raballo. Sin embargo, el parque eólico de CAPEX ocuparía solamente el 0,33 por ciento de la superficie total de las provincias más ventosas de la Patagonia: Chubut y Santa Cruz. Si se aprovechara el 58 por ciento, se podría cubrir teóricamente el total de la demanda energética de Alemania, Japón y EE.UU.
Grandes planes
CAPEX presentará su proyecto durante la conferencia internacional del clima, “renewables 2004” en Bonn. “Este proyecto puede convertir a la Argentina en el Kuweit del siglo XXI”, opina Jürgen Illing, director de la cámara de industria y comercio germano-argentina, que acompaña a la delegación de CAPEX en su viaje a Alemania. En el correr de diez años se deberían invertir casi 19 mil millones de dólares en la instalación de un gigantesco parque eólico, en plantas de producción y depósito y en el transporte del hidrógeno líquido.
Pero ¿quién se atrevería a hacer una inversión de esa magnitud en un país tan endeudado como la Argentina? “A la larga nuestra energía será más barata que el petróleo o el gas natural”, asegura Götz. Falta sólo encontrar las vías para financiar el ambicioso proyecto energético. Enrique Götz está convencido de que “con la riqueza energética de Patagonia se puede pagar la deuda argentina”.