“Zika pone de manifiesto violación de derechos de mujeres”
2 de febrero de 2016En El Salvador, desde que se detectó el virus del zika, se han reportado 5.400 casos. De estos, 96 son mujeres embarazadas. Planificar, postergar el embarazo y abstenerse son las medidas que proponen entidades oficiales tanto de El Salvador como de Honduras, en donde se han reportado ya 600 casos de contagio. Existe la posibilidad de que, cuando una embarazada haya contraído el zika, el virus cause debilidad cerebral en el feto o la muerte del recién nacido.
“El virus del zika debe ser combatido con mejor acceso a la contraconcepción y al aborto seguro así como con medidas contra los mosquitos”, dice desde Londres Tewodros Melesse, director general del IPPF (International Planned Parenthood Federation) –la mayor red mundial de asistencia a la salud reproductiva.
A la llamada de alerta de la OMS, el IPPF ha respondido con su propuesta y su disposición a colaborar desde sus 40 organizaciones asociadas en 38 países de América Latina y el Caribe.
"Decirles que no se queden embarazadas no es la respuesta más adecuada. Nos gustaría ver que las adolescentes -sobre todo las que viven en zonas rurales- tengan acceso a métodos anticonceptivos pagables", dice a DW por su parte Kelly Castagnaro, directora de comunicación del IPPF de Nueva York, sede que se encarga de la región de América Latina y el Caribe.
Los más restrictivos
El Salvador, Nicaragua, Chile, República Dominicana, Honduras, Haití y Surinam son los 6 países en América Latina y el Caribe que penalizan el aborto bajo cualquier circunstancia. Aún cuando el embarazo se haya dado por violaciones; aunque haya complicaciones obstétricas que ponen en riesgo la vida de la madre; aunque haya anomalías en el feto.
Es más, El Salvador tiene una de las legislaciones punitivas con la interrupción de la gestación: ha habido condenas de hasta 50 años de prisión. "En esa región tan restrictiva, el 95% de las interrupciones de embarazo son inseguras", agrega Castagnaro.
Jóvenes, pobres, rurales
En las áreas afectadas por el zika –mayormente Brasil, Colombia, Venezuela y América Central- , “la mitad de los embarazos no son planificados. Las mujeres pobres y rurales son más susceptibles a la infección por no tener acceso ni a educación sexual ni a métodos anticonceptivos”, sigue el director del IPFF.
En América Latina y el Caribe, el instituto estima que unas 23 millones de mujeres no ven atendidas sus necesidades de anticonceptivos, lo cual tendría como efecto el 75% de los embarazos no deseados.
En el caso de El Salvador llama especialmente la atención su tasa de embarazos adolescentes, la más alta de América Latina. Según la Encuesta Nacional de Salud Familiar, más del 23% de las adolescentes han quedado embarazadas al menos una vez, involuntariamente, y antes de cumplir los 18 años.
Pero allí no cesan las cifras alarmantes de la OMS: un 9% de las muertes maternas en Centroamérica se deben a abortos peligrosos y el 57% de muertes de adolescentes embarazadas son por suicidio.
¿Esperar?
Después de la alerta de emergencia internacional por parte de la OMS, surge la pregunta sobre qué va a pasar con todas las madres infectadas y con riesgo de tener un bebé con un cerebro que no ha logrado crecer a la talla normal.
"Quisiéramos ver una campaña fuerte de sensibilización para que la gente se dé cuenta dónde están los riesgos si tienen niños con microcefalia y quisiéramos que tuviesen el derecho a decidir", afirma Castagnaro.
“Por un lado, no tienen acceso a métodos anticonceptivos. Por otro lado, aquellas embarazadas que ya se han infectado no pueden abortar porque está prohibido por ley”, dice a DW el eurodiputado Jordi Sebastiá, miembro de la comisión Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo.
“Estamos condenando a esas mujeres a continuar con su embarazo sabiendo que sus bebés están malformados. El virus del zika pone de manifiesto la actual violación de los derechos de las mujeres en los países por donde se propaga”, concluye.