Venezuela: ¿chavismo o cambio?
12 de abril de 2013Cuando se publicaron los resultados de los últimos comicios presidenciales en Venezuela, anunciando la reelección de Hugo Chávez, muchos se jactaron de haber esperado ese desenlace. Las encuestadoras que pronosticaban el triunfo holgado del candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, quedaron mal paradas. Y quienes describieron esas votaciones como las más difíciles de predecir desde que Chávez asumió el poder en 1998 fueron tachados de ingenuos, pese a que tenían razón.
El oficialismo ganó las elecciones del 7 de octubre de 2012 con 8.191.132 votos (55,07 por ciento), pero esa victoria fue la más ajustada en la carrera política de Chávez. Por su parte, la oposición obtuvo 6.591.304 de los votos (44,31 por ciento) gracias al respaldo de un contingente que no la había apoyado en los comicios de 2006. Es decir, que si la base electoral de Chávez se fortaleció con alrededor de 882.000 nuevos seguidores, la de la oposición se robusteció con casi 2.299.000. El único oráculo que previó un escenario como ese fue la encuestadora Datanálisis.
Lo que nadie podía presagiar en ese momento, debido al secretismo en torno a su enfermedad, era que el hombre fuerte de Caracas moriría el 5 de marzo sin haber tomado posesión del cargo para el que fue reelegido. La prolongada hospitalización de Chávez le impidió juramentarse en la ceremonia con que debe inaugurarse cada nuevo Gobierno, según la Constitución venezolana. De ahí que este 14 de abril sus compatriotas acudan de nuevo a las urnas para nombrar a su sucesor. ¿Qué tan difícil es vaticinar los resultados de estas elecciones?
“Aunque factores coyunturales siempre pueden propiciar patrones de votación completamente inesperados, yo creo que el candidato oficialista, Nicolás Maduro, ganará estos comicios”, dice Leslie Wehner, investigador del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA) de Hamburgo. “Las razones abundan. Una de ellas es que, a un mes de su fallecimiento, Chávez y su palabra son objeto de una veneración sin precedentes en Venezuela. Y Chávez pidió a sus partidarios que votaran por Maduro si él llegaba a morir”, acota Wehner.
La suerte de Maduro
“Maduro ha articulado unos discursos muy desafortunados en los últimos días, pero eso no le restará muchos votos porque la campaña electoral ha sido muy corta (del 2 al 11 de abril). La brevedad de la campaña lo favorece más a él, como heredero político natural de Chávez, que al representante de la oposición aglutinada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)”, sostiene el analista del GIGA. El politólogo Peter Birle, del Instituto Iberoamericano (IAI) de Berlín, coincide con Wehner en que el delfín de Chávez ha tenido suerte.
“La decisión de convocar a nuevas elecciones presidenciales en abril, y no más tarde, benefició mucho a Maduro. Si el Gobierno hubiera tardado más en hacer el llamado a las urnas, los problemas concretos del país ejercerían una mayor influencia sobre la intención de voto de la gente. En ese caso, hasta los simpatizantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) habrían empezado a preguntarse ‘¿qué representa Maduro realmente?’ o ‘¿qué podemos esperar de Maduro como presidente?’ ”, señala Birle.
El peso de los problemas irresueltos
El auge de la violencia criminal, el aumento de la inflación, la escasez de alimentos, el mal funcionamiento de los servicios públicos y otros fenómenos que caracterizan a la actual crisis económica y social de Venezuela afectan a todos sus ciudadanos, independientemente de sus filiaciones políticas. Es por eso que el experto de Berlín da por sentado que estos tópicos tendrán tanta relevancia en estas elecciones como en las anteriores. “Si estos temas no tuvieran peso, la base electoral de la oposición no habría crecido como lo hizo en 2012”, razona Birle.
El PSUV ha tomado consciencia de ello y ha empezado a reconocer la existencia de problemas irresueltos, como el de la inseguridad ciudadana. “Este asunto fue tratado de una manera muy ambigua durante el mandato de Chávez (1999-2013); creo que Maduro obró inteligentemente al abordarlo frontalmente e insistir en que será una de sus prioridades como presidente. Él no llega al punto de explicar cómo combatirá la delincuencia; pero esos no son detalles que él deba dar necesariamente en este instante“, comenta Wehner.
Fisuras en el bloque chavista
Poner coto a la violencia criminal promete ser una tarea titánica para quien gane los comicios del domingo (14.4.2013). Sin embargo, si Maduro es elegido presidente, luchar contra la delincuencia no será el mayor de sus desafíos. “A Maduro le tocará tomar decisiones difíciles en muchas áreas; la de la economía es una de ellas: si perpetúa el modelo económico vigente, la situación va explotar en sus manos, y si implementa reformas impopulares, se acentuarán las divisiones en las filas del chavismo”, augura el analista del GIGA.
“Hasta ahora, el PSUV ha conseguido proyectar convincentemente una imagen de unidad. Pero dentro del chavismo existen fracciones con distintos intereses, y éstas mostrarán sus caras tarde o temprano. De hecho, en su actual campaña, Capriles Radonski ha sido más agresivo que en el pasado y ha buscado la confrontación abierta con Maduro para sondear la profundidad de las fisuras que presenta el bloque chavista. La oposición quiere ver qué reacciones provoca en el seno del oficialismo”, agrega Wehner.
La institucionalización de la “revolución bolivariana”
Testigo recurrente de los vaivenes de la política venezolana, el periodista alemán Christoph Twickel también se ha percatado de las fracturas que existen entre los incondicionales de Chávez. “De los elementos que caracterizan al proceso de cambio venezolano, el que debe ser evaluado con mayor urgencia es la relación compleja y conflictiva entre las bases del chavismo y la cúpula del PSUV, es decir, entre los movimientos de base y la burocracia chavista”, advierte el autor de la primera biografía en alemán de Hugo Chávez.
“En 2004, cuando viajé a Venezuela por primera vez, percibí el entusiasmo en el ambiente y la fe en la ‘revolución bolivariana’. Mucha gente creía que estaban teniendo lugar cambios reales y situaciones inéditas. Ahora, tengo la impresión de que ese fervor se ha disipado un poco, lo cual me parece natural. La ‘revolución’ se ha vuelto más cotidiana e institucionalizada. Por otro lado, también veo que ciertos beneficios están llegando a las bases, y eso explica por qué Chávez recibió el 55 por ciento de lo votos en las últimas elecciones”, cuenta Twickel.
“Una ofrenda a la memoria Chávez”
“A mis ojos, lo más probable es que Maduro gane los próximos comicios. Además, es posible que la diferencia de votos entre Capriles Radonski y él sea aún mayor que la que hubo entre Chávez y Capriles Radonski en las elecciones de octubre, porque muchos de los simpatizantes del chavismo están viendo el acto de ir a las urnas como una ofrenda a la memoria de Chávez”, añade el corresponsal germano, que viaja todos los años al país sudamericano. “Será muy interesante ver cómo evoluciona el chavismo en Venezuela sin Chávez”, dice Twickel.
Algunos observadores alegan que los venezolanos no votarán este domingo (14.4.2013) teniendo en mente la capacidad de liderazgo de los aspirantes a la presidencia, sino apegados a su identificación con los modelos de sociedad encarnados por Maduro y Capriles Radonski. Birle no comparte esa opinión: “Estos candidatos no están proponiendo dos modelos de sociedad diferentes. En los comicios de 2012, Capriles Radonski rompió con un hábito de los líderes opositores al evitar promocionarse como ‘antichavista’ ”, explica el experto de Berlín.
¿Qué tan democráticas son las elecciones en Venezuela?
“Capriles Radonski prometió darle continuidad a los programas sociales que Chávez implementó con éxito, pero en el marco de una democracia más liberal. Él ha dicho claramente que la oposición no quiere anular lo que Chávez construyó, sino conservar lo bueno y corregir los errores con un talante menos autocrático. La MUD se ha esforzado en no acentuar la dicotomía chavismo-antichavismo”, aclara el investigador del Instituto Iberoamericano (IAI).
Birle disiente también de quienes dudan del carácter democrático de las elecciones. “Está claro que los chavistas dominan todas las instituciones del Estado venezolano y que el poder estatal está detrás de la candidatura presidencial de Maduro, apoyándola; pero yo no pondría en duda de antemano la naturaleza democrática de los comicios en Venezuela, porque entonces tendríamos que hacer lo mismo con las elecciones de muchos otros países”, declara Birle. Wehner lo secunda: “El proceso electoral venezolano tiene aspectos que no lucen muy democráticos, pero la propia oposición lo legitima al participar en él”.
A juicio de Wehner, las condiciones estarán dadas este 14 de abril para que las elecciones en Venezuela sean transparentes. “Y ese es el punto en el que se concentrarán los observadores de los organismos regionales y de los Estados vecinos. Quizás lean informes en donde se denuncian los excesos del Gobierno durante la campaña electoral, pero más que eso no pueden hacer. Ellos no van a velar por la ‘limpieza’ de la campaña venezolana, porque en todas las campañas del mundo se presentan siempre incidentes controvertidos”, argumenta el investigador del GIGA.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Cristina Papaleo